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Mile llegó a su trabajo, puntualmente, como de costumbre. Se sirvió un vaso de café y se dirigió a su oficina, pero una mano en su hombro lo detiene.

– No te sientes Mile. -era su secretaría, Lisa. – El  sr. Tanayut llegó bastante frustrado y dijo que quería verte en su oficina, dijo que quería que fueras el primero.

– Oh, está bien. Gracias Lisa, puedes tomar tu lugar nuevamente. -la chica hizo una reverencia y se retiró.

Mile se dirigió a la oficina de su jefe, extrañado. ¿Por qué querría verlo con tanta urgencia?

Llegó a la oficina de Tong Tanayut, el era el dueño del edificio en el cual trabajaba, y Mile, era el jefe de ese departamento. Tal vez quería verlo por asuntos de negocios. ¡Eso debía ser!

– Sr. Tong ¿Quería verme? -preguntó.

– ¿Qué formalidades son esas Mile? Tenemos casi la misma edad. Y con respecto a tu pregunta... Si, quería hacerlo. Toma asiento -dijo y Mile obedeció.

– ¿Qué ocurre? ¿Por qué tanta urgencia de verme?

– Mile, la empresa no está pasando por buen momento. Me imagino que ya lo sabes. -el asintió. – Quería hablarte a ti primero, porque no me gustaría que te enteres por los demás trabajadores. Eres prácticamente mi mano derecha.

– Solo dilo ¿Si?

– Lamento mucho Mile, se que tienes tus gastos, y se perfectamente que no quieres que tu novio se haga cargo de ti, se perfectamente que quieres que el dinero que el gana en su estudio, sea para sus caprichos.

– Tong, basta, le estás dando muchas vueltas al asunto. ¿Por qué me estas diciendo esto?

– Bien, te lo diré sin anestesia si lo deseas. La empresa no está em su mejor momento, y tendremos que hacer un gran recorte de personal. ¡Felicidades! Has sido el primer seleccionado para salir por la puerta grande. -Tong estaba siendo sarcástico. Así era el la mayor parte del tiempo.

– ¿Qué? ¿Por qué yo? Soy tu mano derecha, tu mismo lo has dicho. -se quejó.

– A ver corazón ¿Qué parte de que tenemos que recortar el personal no has entendido? Si te estoy despidiendo, no es porque quiera. -Tong se quitó los lentes y apoyó los codos en su escritorio. – Cerraremos este lugar Mile.

– No puedes estar hablando en serio.

– Ojalá fuese una broma pero no. -Sacó del cajón una chequera y anotó unos datos. – Mira, no podré darte la liquidación que mereces pero considera esto como una. No será mucho pero creo que es lo suficiente

– veintemil baths... -Mile rió.

– Lo tomas o lo dejas. -Mile rodó los ojos y guardo el cheque en su cartera. – Un placer haberte tenido aquí como mano derecha Mile. Espero que cuando nos recuperemos de esta, podamos volver a trabajar juntos. -sonrió dándole un abrazo. – De verdad, lo siento, y te deseo mucha suerte.

¿Cómo se lo diría a Build? Es decir, Build tenia su estudio pero no sacaban mucho de ahí, y también estaba la página esa. En un inicio si aceptaba que Build trabaje ahi, pero los comentarios obscenos de las personas le estaban haciendo cambiar de opinión.

Se dirigió a su hogar nuevamente y al entrar a e ella,  encontró a Build, usando bailando alegremente la conocida melodía de EXO "The Eve" mientras sacudía unos muebles y usaba el plumero como micrófono. Ver a Build bailar así realmente le gustaba, y podía contemplarlo todo el día, pero en esa ocasión no, ya que estaba bastante molesto y frustrado, así que se acercó a la pequeña bocina y la apagó.

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