𝐈 𝐝𝐢𝐝 𝐢𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐥𝐨𝐯𝐞... || Billy Hargrove, Steve Y Eddie

5. Sigiloso

𝐴𝑀𝑌:
15 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑝𝑡𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑑𝑒 1983.

El manejaba, me quedé callada todo el camino hacia su casa.
Cuando el me sostuvo de la muñeca, me asusté, y cuando me soltó, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, mi estómago se apretó, sentí náuseas, y mi garganta se cerró.
Billy comenzaba a asustarme, no llevábamos nada de empezar la relación, y ya comenzaba el dolor, empecé a estresarme, y pensé en decirle a Billy que parará el auto, y me dejara bajar, aunque estuviera en un lugar que casi no conozco; pero antes de que pudiera hacerlo, llegamos a su casa, el bajo del auto, azotando la puerta detrás de el, no me espero, simplemente comenzó a caminar en dirección hacia la puerta de su casa, sacando de su pantalón, las llaves para abrir está.

Yo bajé del auto, asustada, cerrando la puerta, y acercándome con lentitud hacia el, mientras lo hacía, el estaba metiendo la llave a la cerradura de la puerta.

No tenía escapatoria, no podía irme corriendo, sin rumbo, no podía hacer nada. Mi mandíbula se tenso, y apreté mis dientes por dentro de mi boca, asustada, e impotencia.

Billy abrió la puerta, entro y espero a que yo entrara, antes de poder hacerlo, mire hacia atrás, mirando si tenía alguna oportunidad más, y no era así.
Tuve la decisión de entrar a su casa, y lo hice, al hacerlo, el cerro la puerta.

Cuando lo hizo, el sonido me asusto un poco, así que dí un pequeño brinco.
Su hermana Max, salió de la habitación donde se encontraba, y se acercó a Billy, dándole una cajetilla de cigarros.

- Que bueno que recordaste que tenías que comprarla, o si no, algo malo podría pasar.

Dijo Billy en un tono muy silencioso, y casi retando a la pequeña Max.

- Tengo que comprarte tus estúpidos cigarros para que puedas mantener tu ansiedad quieta y no casi golpearme.

Dijo Max, sin ninguna culpa, sin miedo, y sin importarle que yo estuviera ahí.

Billy, comenzó a quitarse su chaqueta, y la puso en el sillón de a lado de la puerta, dejo caer la cajetilla de cigarros en una pequeña mesa, y aquí paso lo peor.

Se lanzó hacia Max, empujandola en el sillón, dónde había dejado caer su chaqueta.
Ella cayó en esta, y Billy comenzó a gritar.

- ¡¿Que dijiste niña?! Quiero que lo repitas.

El tenía su rostro pegado al rostro de Max, retandola, ella se mantenía firme, mirándolo fijamente a los ojos, hasta que el sostuvo su cabello, haciendo que su cabeza se arqueara hacia atrás.

- ¡Dímelo una vez más!

Billy grito, en este momento sentí miedo, impotencia, y no podía quedarme ahí parada mirando como el podría lastimar a su hermana.

- Billy... -dije en un tono bajo- ya basta.

Claro que no me escucho, o no se si lo hizo, ignorandome por completo.

- ¡Billy! -grité-

El seguía con la mirada plantada en Max, sosteniéndola, Max tenía lágrimas en sus ojos, pero sin dejarlas caer, ella no decía nada, como si estuviera acostumbrada a estos malos tratos.

- ¡Que ya basta!

Me acerque a Billy, tratando de alejarlo de Max, el sostenía con fuerza a la niña, y de alguna manera, de alguna fuerza bruta que salió de mi, lo hice dejarla en paz.

Cuando lo hice, Max salió corriendo de la sala a su habitación.

En ese momento, Billy se quedó parado, mirando el suelo, sus músculos se tensaron, y en ese momento, sostuve la manija de la puerta, para poder salir, pero fue cuando el se lanzó hacia mi, pegándome a la puerta.