𝐈 𝐝𝐢𝐝 𝐢𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐥𝐨𝐯𝐞... || Billy Hargrove, Steve Y Eddie

6. Miedo

16 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑝𝑡𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑑𝑒 1983.

El aire entraba por el orificio debajo de la puerta del cuarto de Billy; aunque yo tenía las sábanas encima de mi, y aún así sentía el aire recorriendo todo mi cuerpo, aunque no era tan fuerte, era molesto, pero Billy tenía un brazo sobre mi, mientras dormía. Yo tenía la mirada puesta en el, se veía tan pacífico en ese estado.

Pronto, el abrió los ojos. Me miró directamente, miró como yo lo veía con detenimiento, y sonrió de inmediato.

- ¿Que haces? -pregunto-
- Te estoy observando. -dije-
- Gracias.

Dijo acercándome a el, y poniendo su cabeza en mi pecho, y abrazándome.

- ¿Por qué? -pregunte-
- Por quedarte aquí conmigo.
- Quería hacerte compañía, y quiero estar contigo, por si necesitas algo.

El tenía su cabeza clavada en mi pecho, y sin soltarme; hasta que lo hizo, se levantó de la cama, y dijo.

- Debo llevarte a tu casa, así que levántate y vámonos.
- ¿No necesitas que me quede más tiempo contigo? -pregunte-
- No, vámonos ya.

Dijo con la voz gruesa, sin más que hacer o decir, se puso una camisa roja, su pantalón, y su chamarra. Alistándose frente al espejo.

Salió de su habitación, dejándome ahí. Me quedé callada un segundo, porque seguía preguntándome, ¿Cómo era posible que de un momento podía ser lindo y tierno, y en otro duro y grosero?

Me acerque a la orilla de la cama, y comencé a vestirme. Puse mi vestido en mi cuerpo, arregle mi cabello, y amarre mis zapatos. Me acerque a la puerta, y antes de salir, di un gran suspiro, gire la manija de la puerta, y salí del cuarto de Billy.
Había un silencio enorme recorriendo la casa.

Camine por el pasillo, y salí directo a la sala de estar, Max estaba en el sillón sentada. La mire, y antes de que pudiera preguntar por Billy, ella hablo.

- Te está esperando en el auto, si es que no se ha ido.
- Gracias. -respondí-

Seguí caminando, y antes de salir de la casa, Max volvió a dirigirse hacia mi.

- No le gusta esperar, así que seguramente estará muy enojado, no lo hagas enojar tan seguido, porque podría lastimarte, explota rápido, no le gusta que otros chicos te miren.

Le mire con detenimiento, y mientras me decía todo eso, un escalofrío recorrió mi cuerpo.

- Por favor no lo hagas enojar -dijo Max al final-

No dije nada, y salí de la casa. Me quedé parada en la entrada después de haber cerrado la puerta detrás mío, y mire el auto de Billy, mientras estaba sentado, mirándome impaciente, con ojos de enojo.
Todo lo que me había dicho Max, y todo lo que me quedaba por averiguar, comenzaba a darme miedo.

Comencé a caminar, y al llegar al auto, abrí la puerta, y entre.

- ¿Por qué tardaste tanto?

Billy pregunto mirándome.

- Lo siento, me estaba vistiendo. -dije-
- No me gusta esperar, así que, no quiero que se repita, entendiste.

Dijo con voz dominante, y no pude negarme.

- Si, lo siento.
- Te llevaré a tu casa.

Me quedé sentada con mis manos en mi regazo, y Billy arranco el auto.

En el camino no dijo nada, hasta unos momentos antes de llegar a mi casa.

- ¿Que dirás cuando llegues a tu casa entonces? No avisaste.
- Diré que me quedé con Dania. ¿O que debo decir? -pregunte-
- Diles que te quedaste conmigo, y ya está, te iré a entregar con tu padre, así no se molestará.
- ¿Seguro?