Muy bien, mi mama y no solo mi mama cree que soy una loca enferma. Me lo dijo ayer en la noche, me sentí mal, bueno lo de loca ya lo se, pero ¿enserio? ¿enferma? Mi mama me descubrió en el baño tirada, después de vomitar, creo que me quede dormida en el frío suelo del piso, mi mama entro a la mañana siguiente y me vio ahí tirada, ni siquiera me puedo imaginar la expresión de mi mama al verme ahí.
Mi mama cree que tengo que ir al doctor, que lo que me esta pasando no es normal, no se que hacer enserio, creo que estoy volviendo a lo de antes, problemas, gritos silenciosos, estrés, no quiero doctores, no quiero volver a ser como antes, odio a mi yo de antes, no quiero a volver a ser la misma, quiero cambiar, quiero ser diferente, creo que mis problemas están volviendo y yo estoy volviendo a lo de antes, no quiero, mi pasado es lo que mas odio, estoy volviendo a ser una tonta y dejarme engañar por todos, no quiero eso, nadie quiere eso.
Mi mama entro de repente a mi cuarto muy apresurada.
-Hija, ¿Que estas haciendo ahí todavía?-
-mamá, no tengo ganas de salir hoy-
-Pues lo siento, creo que en este momento no se trata si tienes ganas o no, vas a ir al doctor, es por tu salud, me preocupo por ti, ¿sabes?, no pase 6 horas de parto para que ahora me salgas con que estas enferma.
-¿Enserio fueron 6?
-No lo se, no recuerdo.- Okay de la forma que lo dijo no pude evitar reírme un poco.- Así que te vas a levantar de ahí y te vas a cambiar de ropa, no creo que quieras ir en pijama.
DIOS. Odio los hospitales, los doctores, consultorios, odio toda esa clase de cosas, lo único que se respira ahí adentro, es tristeza, preocupación, si alguna ves vas al hospital y te quedas viéndole los ojos a alguna persona puedes ver claramente, su dolor, desesperación, preocupación y tal vez hasta tristeza, es simplemente horrible, no le deseo eso a nadie.
Una enfermera salio de uno de los muchos consultorios que había y dijo mi nombre en voz alta, me sentí lo mas tonto, fue horrible cuando dijo mi nombre, me sentí una total ridícula, pero ahí iba yo caminando con mi mama y las piernas temblando hasta casi caerme.
La señorita muy amable abrió la puerta y cuando dijo -por aquí- su voz era tan dulce que les juro que me calme un poco.
Pero en cuanto vi al doctor mi corazón fue otra vez a mil por hora.
-Buenos días, me llamo Frank- dijo el doctor sentando en su escritorio.
-Buenos días, ella es mi hija amber- dijo mi mamá.
-Okay, veamos que tiene esta pequeña- no soy pequeña, no me gusta que me digan así, es simplemente algo estúpido, tal vez estoy siendo algo negativa pero enserio odio que me digan así.
-Bueno, ella ya tiene problemas, ¿entiende?- dijo mi mama con su dulce voz, yo no había soltado ni una sola palabra en ese consultorio y no creo que lo haría.
-¿Que tipo de problemas?- dijo según recuerdo su nombre Frank.
-Problemas alimenticios- dije yo antes de que mi mama lo dijera, creo que se quedaron un poco sorprendidos.
-Oh esta bien, entiendo.-
-Nunca la he atendido físicamente de esos problemas, solo la he llevado con psicólogos, pero me esta preocupando.
-Oh, ¿osea que usted viene por los problemas alimenticios?
-Exacto- dijo mi mamá.
-Bueno pues, creo que para esto no hay medicamentos porque el cuerpo no le esta pidiendo a la persona que deje de comer, la persona lo hace porque quiere, aunque el cuerpo se este muriendo de hambre, así que le haré una lista con lo que debe de comer al día, y tal vez unas pastillas que aumentan el apetito de comida, si, hay unas que lo reducen y otras que lo aumentan, comerá esto todos los días y la próxima semana vendra, ¿esta bien?
-Claro que si- dijo mi mama un poco sorprendida por lo rápido que lo dijo el doctor.
-Muy bien pequeña, subete a la báscula, te pesaremos.
Mis piernas estaban temblando como nunca lo habían hecho en toda mi vida, no queria subir, mi peso iba a ser súper bajo y me iba a morir de vergüenza, no quiero hacerlo, pero lo hice.
¿50? ¿Enserio? Dios, esto apesta.
-Okay, 50 es muy bajo para tu edad, aumentaremos eso pero no la grasa, ¿esta bien?
Cuando salí de ahí !e quede pensando en que el doctor decía demasiados "¿esta bien?", tenia ganas de decirle, no, nada esta bien, porque esa es la verdad.
