Capitulo 3: ''Psicólogo (Parte 2)''

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Fui hacia la sala de espera que era a unos pocos metros del cuarto del Psicólogo. Me senté en una de las 10 sillas de piel y llame a mis padres. Sin decir una palabra, sin escuchar una sola palabra de la recepcionista y de mis primos, mis padres respondieron el teléfono.

-¿Bueno?

-Ya termino la sesión.

-Esta bien, ya vamos para aya.

Tal vez ustedes no lo sepan pero cada vez que alguien va al Psicólogo se supone que sus padres o algún familiar importante, osea que pueda estar con el las 24 horas del día, como sus padres, tienen que ir al ''Cuarto'' del Psicólogo para ver que es lo que le pasa al paciente, ya saben, para ver si esta loco o algo así. No creo que yo estuviera loca, porque en realidad no tenia pensamientos locos, como ponis  volando por todas partes, solo tenia pensamientos suicidas y...díganme que miento...todos los hemos tenido alguna vez. 

Estaba sentada en la sala de espera, esperando a mis papas, eso sonó gracioso. Mientras observaba mi teléfono, mis primos hablaban entre ellos, no se de lo que hablaban, pero en realidad no me importaba. Podía escuchar los pequeños sonidos que hacia la recepcionista al presionar las diminutas teclas e la computadora y murmuraba cosas al teléfono. Pero de pronto fue interrumpido por el sonido chirriante de la puerta de entrada. Eran mis padres.

-Hola hija-Dijo mi padre besándome en la frente. La recepcionista solo hizo un gesto de que podían entrar al cuarto del Psicólogo.

-Hola. Dice que pueden pasar-Dije.

-Esta bien. Ahorita volvemos-

Mire como mis padres iban por el pasillo hacia la puerta del Psicólogo. Solo tenia que esperar unos minutos. Solo unos minutos. Pero ya no podía mas. Empece a golpear el teléfono con mis dedos lo mas fuerte que pude. Esperaba que mis primos no se dieran cuenta. Recordé que el baño estaba al lado del ''Cuarto'' del Psicólogo, así que solo ''iría'' al baño. 

-Voy al baño, ahorita regreso-

-Esta bien- Dijo Peter. Robert solo jugaba en su celular.

Fui hacia la puerta al final del pasillo pasando la puerta del Psicólogo la abrí y la cerra, pero no entre. Camine hacia la puerta del Psicólogo con la paciencia mas grande del mundo, para tratar de no hacer ruido. Llegue a la puerta y puse mi oreja en la puerta para escuchar lo que decían.

-Por favor, ¿Puede ir al grano?-Dijo mi papa interrumpiendo al Psicólogo.

-Claro-

-Gracias-Dijo mi papa remarcando la S al final.

-Su hija necesita algunas terapias mas. Dice que tiene muchas preguntas, demasiadas para mi impresión...-Dijo antes de que fuera interrumpido por la suave voz de mi mama.

-¿Que tipo de preguntas?-

-No lo se, por eso digo que su hija, Amber, necesita mas sesiones, para conforme el tiempo ella las valla respondiendo y sobre todo las valla comprendiendo. Pero todo a su tiempo-

-¿Podemos hacer algo?-

-Creo que durante este tiempo...no se puede hacer mucho de su parte. Pero le dejare una tarea a Amber-

-¿Cual?-Dijo mi madre apresurada.

-En una hoja de papel, blanca de preferencia, apuntara todas las preguntas que ella tenga, sobre el mundo, su estado, las personas, lo malo, lo bueno, etc, lo que ella desee-

-¿Es todo? -Dijo mi madre.

-Si, es todo-

-Gracias -Muchas, enserio-Dijo mi madre.

-De nada. Saben estoy que aqui para Lo que necesiten-Dijo el Psicólogo.

Diario De Una AnorexicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora