Introducción

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20 de junio de 2014.

Sentada en el ultimo lugar del salón de clases. Miraba la suave brisa de afuera de la ventana, una brisa que yo solo podía mirar, y eso me encantaba, creo que es lo único que me encanta, me encanta como yo puedo mirar cosas que otros no, y no porque tenga poderes o algo por el estilo, solo porque le daba mas atención a las pequeñas cosa de la vida, como la brisa de afuera del salón, como la bandera de estados unidos se movía con esa brisa, el perfecto peinado de la maestra Hanna que parecían unas trenzas por todo su largo y castaño cabello, no resaltaban mucho como a las chicas de cabello rubio.

Vivo en estados unidos, Minnesota para ser exactos, en Minneapolis para los que quieren ser aun mas exactos, estábamos en pleno verano así que todo estaba muy cálido, pero cuando estábamos en invierno no podía estar fuera de casa, solo lo hacia para ir al psicólogo pero no me iba a otra parte. 

Recuerdo una vez cuando estaba pequeña, unos 8 años que fuimos a esquiar, me caí muchas veces y cuando llegue a casa con muchos golpes pero con una gran sonrisa en mi rostro y no una de esas falsas, una de las verdaderas, que enserio valen la pena. Me llevaba muy bien con mis primos y con ellos eran con los que íbamos a esquiar a veces, aunque nunca aprendí de verdad. 

Mis 2 primos: Robert y Peter Crawford ahora tienen 20 años los 2, son gemelos, son los únicos primos que tengo por parte de mi mama, pero por parte de mi papa puedo decir mil y un familiares, la familia de mi papa es inmensa, jamas acabaría, y ademas no los conozco a todos. Robert y Peter eran los mejores, tienen 20 años pero con una mentalidad de uno de 16. No trabajaban pero no porque no quisieran, porque no encontraban trabajo. Vivían a unas pocas cuadras de mi casa, por eso casi cada domingo la familia de ellos y la mía se juntaba y pasábamos el rato juntos. Eran simplemente los mejores, jamas me discriminaron como otras personas y siempre me aceptaron exactamente como soy. 

Tengo una mejor amiga, otra de las personas que no me discriminan y me aceptan como soy: Jane. Es una de las personas mas divertidas que conozco y que creo que conoceré en mi vida. 18 años, de hecho vamos juntas a la universidad de minessota. Me ayuda en muchas cosas y cuando digo muchas cosas son muchas cosas y yo también la ayudo a ella. Ella me ayudo a saber quien soy de verdad, ella me ayudo a saber quien soy y luego me acepto de esa forma. Tiene un hermoso cabello rubio, era muy bonita, cuando la mire pensaba que ella era de esas chicas egoístas, populares, y creídas, como Heather, pero era todo lo contrario a ella.

¿Que habrá sido de Heather?¿En que universidad estará?¿Sera la misma de antes? Quien sabe, me gustaría saberlo, mas no verla.

Estaba tan concentrada en la brisa que corría por las ventanas que me sorprende haber escuchado la chicharra que marcaba la hora de receso. Miro hacia la puerta, miro como todos esos chic@s de diferentes tamaños salen, luchan por poder salir, se entusiasman tanto, creen que no van a poder salir. Mientras Jane es muy lenta que apenas esta guardando sus libros. Recojo mis libros y salgo miro hacia abajo, creo que si miro para abajo me hago la mas pequeña del mundo, que nadie me prestara atención y eso es exactamente lo que quería. Pero antes de poder salir, la dulce voz de la maestra Hanna me llama, ¿Me llama a mi? Eso creo. Ohh Si, me llama a mi, dijo mi nombre.

-Amber-

-¿Si maestra?-

-Ven aquí-Dijo señalando el piso de enfrente de su escritorio con su mano derecha mientras también con esa tomaba sus lentes.

-Claro, ¿Que desea?-

-¿Que es lo que te pasa?

-¿A mi? No me pasa nada- Odio que me pregunten eso, cada vez que me lo preguntan puedo recordar la voz de la maestra Sarah. No es que odiara la voz de esa maestra, es que recuerdo a Heather, recuerdo lo que me hacia y aun estoy trabajando en olvidarlo.

-Te creeré, pero si sigues así tendré que llamar a tus padres-

-¿Que hice?-

-No pones atención en mi clase, si sigues así no solo llamare a tus padres, también reprobaras el próximo y el ultimo examen, recuerda que es el mas importante-

-Le juro que pondré mas atención a su clase y también le juro que no reprobare el examen pero por favor no llame a mis padres-

-Ya te lo dije-Me hizo una señal como de que me saliera de ahí, bajo la mirada para seguir escribiendo pero antes de eso meneo los lentes hacia la puerta, esa es la señal. Y decidí salir de ahí con animo de 0%. Camine hacia abajo unos pocos pasos y luego apareció Jane saliendo del cuarto del conserje, quería asustarme pero no lo logro ni un poco. Frunzio el ceño, se empezaba a preocupar yo casi nunca era asi, tenia que ser algo muy malo para estar así.

-¿Que es lo que te pasa?- Ya venia venir esa estúpida pregunta, como si a todos les importara lo que me pasara, a nadie le importo. Por favor, si no te importa lo que le pasa a un amigo o como esta, por favor no le preguntes, se hará ilusiones de que te preocupa y ahí se hará un problema.

-La maestra Hanna llamara a mis padres si no pongo mas atención a sus clases-En pocas palabras era verdad.

-Auch, que mal. Ojala pasemos el examen-Seguimos en movimientos y ella puso su brazo izquierdo sobre mi, como cuando hacen los chicos que estas viendo una película con uno y ellos ''Voztesan'', se estiran y ponen su brazo sobre ti.

-Ojala, rezare por eso-

Salimos afuera para sentir esa brisa tan anhelada, esa misma brisa que había estado observando hace unos minutos. El pasto se miraba muy hermoso, tan hermoso como para ponerse boca arriba y hacer el trailer de ''Bajo la misma estrella''. Pero cuando te acercabas a el y te acostabas o sentabas todo era diferente, soy alérgica, si el paso me toca la piel o lo huelo me salen muchas ronchas en todo el cuerpo, empiezo a estornudar como loca y demás cosas que no recuerdo, hace mucho que no me acerco al pasto. Ahora que recuerdo, desde que Heather, Henrie y Julio me tiraron al pasto de la escuela, me querían pisotear el cabello, las manos y llamarme gorda una y otra vez. Pero no pudieron porque llego una maestra a mirar lo que hacían, pero Heather hizo como si yo me caí sola y ella y sus ''amiguitos'' me ayudaban a levantarme. La odiaba con toda mi alma. 

Pero hay 2 personas que no odiaba, todo lo contrario, las amo: Mis padres. Audrey Martin y Alberth Morrison, son unas personas increíbles, no se como describirlas, como decir lo mucho que los amo y que jamas dejare de hacerlo. Me han ayudado mucho, me han hecho la persona que soy ahora, hablo de lo bueno, me han hecho una persona responsable y amable, y Heather me ha hecho como soy, por su culpa soy así. Como vivimos en Minneapolis, es una ciudad grande, la ciudad mas poblada de Minnesota, tenemos una casa muy favorable, la casa esta un poco a las afueras de la ciudad. 

Soy hija única, mama y papa dicen que no quisieron tener mas hijos porque querían darle todo su amor a uno solo. Y yo todavía sigo esperándolo, mentira, ellos me han demostrado mucho mas que eso. Decían que no querían emocionarse, mama y papa intentaron 3 veces y ninguna de las 3 tuvieron un hijo, hasta la cuarta vez llegue yo. Dicen que tal vez suceda lo mismo si lo intentan otra vez, así que no se quieren emocionar. Y eso creo que esta de lo mejor, es mejor que no lo intenten aun.

No soy feliz, jamas he sido feliz, siempre pongo mis estúpida sonrisa falsa, pero jamas soy feliz de verdad. Mis padres me demuestran su amor y eso, no lo niego, es de lo mejor. Pero jamas he dicho que eso me haga feliz, preferiría que se lo dieran a otra persona, yo lo merezco......

Diario De Una AnorexicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora