🧸 Capítulo 67. - Persiguiéndola.

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 Llovía mucho en San Francisco. En la memoria de Tang Yu, rara vez llovía tanto.

Después de bajarse del avión, Tang Yu arrastró su maleta y esperó en la fila del autobús, buscando hoteles baratos cercanos en su teléfono. Miró hacia arriba y vio una figura alta y delgada que caminaba hacia ella, vistiendo un cortavientos negro.

¡De ninguna manera!

Su corazón se hundió.

Él la estaba persiguiendo.

Sacó su maleta y caminó hasta el final de la fila. Esa figura alta y delgada dio un paso adelante y corrió hacia ella.

A Tang Yu no le importaba demasiado. Siguió tirando de su maleta, corriendo hacia la fuerte lluvia.

Sin embargo, Carlisle la alcanzó y la agarró de la muñeca con fuerza.

"¿Por qué estás aquí de nuevo?"

"Estoy aquí para protegerte", Carlisle sonrió descaradamente.

"¡No necesito tu protección!" Tang Yu estaba asustado. Carlisle iba a seguirla y ella no tenía forma de negarse.

¿Dónde más podría esconderse? Realmente creía que podía viajar al otro extremo de la Tierra y él todavía estaría allí, viviendo a su lado.

"Xiao Yu... Tengo una casa en San Francisco. Puedes quedarte conmigo."

'¡F * ck!' Tang Yu maldijo en su corazón. No fue junto a ella esta vez, ¡sino directamente en su casa! "¡Pervertido! ¡Incluso si me atropella un auto y muero, no iré contigo!"

Carlisle sostuvo su mano con fuerza, negándose a soltarla. Dejó de hacer el tonto. Su sonrisa descarada se detuvo y su rostro se volvió tan frío que podría haber aterrorizado a la gente. "Tienes que venir conmigo".

La lluvia seguía cayendo con fuerza, lo que provocó que la visibilidad circundante disminuyera.

No había muchos coches en la carretera. De vez en cuando pasaban dos o tres coches.

La velocidad de los autos no superaría los treinta, sus limpiaparabrisas se balanceaban salvajemente. Los viajeros solo querían irse a casa rápidamente, lejos de esta tormenta.

Un camionero planeaba ir a una parada para tomar una copa con sus hermanos después de su última entrega. Envió un mensaje de voz a su teléfono. "Hermano, ya casi llego. Estaré allí en media hora."

Justo cuando terminó de hablar, dos figuras aparecieron en su campo de visión. Estaba tan asustado que su teléfono se le resbaló de la mano.

No podía importarle menos su teléfono, y se apresuró a pisar los frenos.

La figura alta empujó a la otra a un lado, recibiendo el golpe en su lugar. Se escuchó un sonido amortiguado cuando la persona fue derribada a unos metros de distancia.

El conductor del camión se asustó. ¡Había golpeado a alguien! Se sentó rígido en el asiento del conductor, con los ojos vidriosos.

"¡Carlisle!" Tang Yu gritó en estado de shock.

No podía creer lo que había sucedido.

"¡Carlisle! ¡Carlisle! No estás muerto, ¿verdad?"

El camino era rojo. Su sangre se había mezclado con los charcos de agua de lluvia que lo rodeaban.

"¡Carlisle!" Ella abrazó su cabeza con miedo, dejando que se apoyara en ella. "¡No te duermas! Llamaré a una ambulancia de inmediato".

"Está bien... no dormiré... Pero tienes que besarme". La comisura de la boca de Carlisle trató de curvarse, pero no pudo. La comisura de su boca estaba raspada.

Su hermoso y delicado rostro todavía merecía una paliza a pesar de estar herido.

Tang Yu realmente quería golpearlo. Ella era alguien que no podía diferenciar entre el bien y el mal.

En ese momento crítico, Carlisle había arriesgado su vida para salvarla. ¡Con sus habilidades, podría haberlo esquivado fácilmente!

"¿Por qué? ¿Carlisle? ¿Quién eres exactamente?"

"Xiao Yu... Realmente estoy haciendo esto por tu propio bien. ¿Me crees?"

El corazón de Tang Yu se suavizó cuando vio la expresión de su rostro.

'¿Realmente puedo creerte?'

El médico le dijo que las heridas de Carlisle no eran graves.

Carlisle estaba frunciendo el ceño a la entrada del hospital. Su mano derecha estaba sobre el hombro de Tang Yu, mientras la mitad de su cuerpo se presionaba contra ella.

Tang Yu realmente quería alejarlo, pero no pudo.

"¡¿Cómo pudiste soportar dejar a tu amigo gravemente herido en el camino?! ¡No puedes!" Carlisle fingió llorar en voz alta, atrayendo la atención de muchas personas a su alrededor.

Tang Yu no pudo hacerle nada.

Amigo.

Si no hubiera visto su fecha de nacimiento en su identificación mientras hacía el papeleo para Carlisle, no habría creído que él era un año menor que ella.

"¿Dónde está tu casa?"

Carlisle se rió entre dientes mientras le susurraba una dirección al oído.

"Un hombre y una mujer juntos en una casa. Hermana, no me pongas una mano encima. Si me pasa algo... Se considerará que me estás violando."

"¡Estás pensando demasiado!" Tang Yu lo arrojó al asiento trasero como equipaje.

El taxi se dirigió al centro de San Francisco, deteniéndose en la puerta de una zona residencial de clase alta. Este era el distrito más próspero de San Francisco y el apartamento más lujoso.

"Carlisle, ¿la casa está en Londres y esta es tuya?"

El asintió.

"¿Eres tan rico?"

"No tendré ningún problema en criarte". Carlisle parpadeó.

"Dime entonces. ¿Cuáles son tus condiciones?"

"No te preocupes, estoy herido. No podré ponerte una mano encima." Él sonrió con maldad. "Solo tienes que servirme de todo corazón como mi sirvienta".

"¡En tus sueños!" A Tang Yu no le importó lo que dijo. Entró e inmediatamente eligió la habitación más grande como la suya.

Ahora era inmune a sus palabras.

Esta persona solo hablaba todo el tiempo. ¡Era solo una boca barata!

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