2 de Octubre

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El sonido del despertador resonó por toda la habitación, ocasionando que cierto castaño con vendas repartidas por todo el cuerpo despertara

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El sonido del despertador resonó por toda la habitación, ocasionando que cierto castaño con vendas repartidas por todo el cuerpo despertara.

Al estar en sus 5 sentidos, pudo notar como el y Chuuya estaban abrazados, Dazai supuso que habían dormido así toda la noche y se sonrojó, cubriendo su boca con su antebrazo.

Corriendo, apagó el despertador para no molestar a Chuuya y se dirigió a la cocina. Eran las 11 de la mañana, suponía que sus padres habían salido a comprar como cada sábado por la mañana y, en efecto, sus padres no estaban y solo había una nota y 2 desayunos en la mesa.

Al ver que no tenía más remedio que despertar a Chuuya para que no se le enfríe el desayuno, se dirigió a su habitación con la intención de despertar al pelirrojo.

Al ver que no tenía más remedio que despertar a Chuuya para que no se le enfríe el desayuno, se dirigió a su habitación con la intención de despertar al pelirrojo

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— Me gusta el te que hace tu madre.

— No entiendo cómo prefieres el te verde antes que el café.

— No tienes derecho de opinar ¡Prefieres el café con leche y mil quilos de azúcar que el café sólo!

Ambos chicos estaban desayunando mientras charlaban felizmente. Pasaron las horas y los padres de Dazai abrieron la puerta de la casa anunciando la llegada.

— Ya hemos llegado~

Canturreaba la madre de Dazai con una de sus manos ocupadas por una bolsa llena de comida.

— Buenos días, dormilones.

Saludó el padre, cerrando la puerta y llevando otra bolsa en una de sus manos.

— Hola mamá, hola papá.

— ¿Quieren que les de dinero para ir a comer por ahí?

— Bueno, si Chuuya quiere...

— Si tú quieres por mí bien, Dazai.

— Entonces está bien, vamos a cambiarnos y salimos ¿Esta bien?

— Claro, pero no lleguéis muy tarde a casa.

— Claro, pero no lleguéis muy tarde a casa

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Mirando las estrellas en otoño [Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora