Pov Dimaria:
No puedo soportar verte así, conectado con todos esos cables que se encuentran por todo tu cuerpo, ese tupo que entra por tu boca para que puedas respirar, y todo por mi culpa si yo no hubiera...
???: Señorita- volteo a ver quién me llama- ¿Se quedará a cuidarlo?
Dimaria: Sí, me quedare con él- le confirme a la enfermera mientras te sujeto la mano, no puedo dejarte solo.
La enfermera no dice nada más y sale de la habitación dejándonos solos, quizás es una ventaja que la directora del hospital sea tu amiga wendy y me permita quedarme a dormir a tu lado para no alejarme de tu lado.
Dimaria: ¿Porque lo hiciste?- te pregunto mientras aprieto tu mano- no sabes la falta que me haces, mi vida no es la misma ¿sabes?- espero que escuches todo lo que te cuento- Extraño tus risas, tus tonterías, tus palabras de aliento, jugar con tu cabello, que me hagas enojar, hasta extraño tus pequeños ronquidos en las noches- trato de contener las lágrimas que quieren salir- son 3 meses que no escucho tu voz, y siento que cada día que pasa una parte de mi muere , te necesito... Necesito que estés a mi lado natsu.
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Caminaba por las calles que se encuentran alumbradas por los faroles que habían la noche ya estaba llegando, no paso mucho para que yo pueda llegar a nuestro café favorito, cuando estuve ahí tú estabas parado al lado del auto mirándome con una gran sonrisa, como no enamorarme de ella, me acerco a ti y lo primero que hago es abrazarte, tan solo pasaron unas horas que saliste de la casa y te extrañaba demasiado.
Natsu: oye, sé que me extrañaste al igual que yo, pero me estás ahogando- me separe de ti un poco para mirarte a los ojos, en ocasiones no mido mi fuerza aunque ahora sentí que debía aprovechar cada momento contigo- no sabes la falta que me hiciste- me sonrojo a lo que dices y me pego a tu pecho para esconderme, es bueno que seas un poco más grande que yo ya que así puedo escuchar a tu corazón latir.
Dimaria: ¿Entramos?- te pregunto mientras vuelvo alejarme de ti de nuevo, pero esta vez a unos pasos de distancia, veo que me niegas con la cabeza.
Natsu: Iremos a otro lugar- te miro extrañada ante tu propuesta- es una sorpresa- me abres la puerta del auto para poder entrar, quizás fue una de las cosas que me hicieron enamorar de ti, tu siempre sorprendes a la gente.
Entras al auto cuando yo ya me encuentro adentro, arrancas y comienza nuestro viaje, siento la necesidad de tocarte la mano y no soltarla, no contengo mi necesidad de apretar tu mano y llevo mi mano sobre la tuya, la cual se encuentra sobre la palanca de cambio, me miras extrañado ante mi acto, pero solo dura poco luego me muestras esa sonrisa que amo.
Natsu: ¿Pasa algo?- niego como respuesta.
Dimaria: Solo... no lo sé- digo con sinceridad, detienes el auto en un cruce y me miras.
Natsu: ¿Qué pasa mari? Hoy te noto extraña- ni yo mismo lo sé, solo agacho la cabeza y miro nuestras manos entrelazadas, no quiero soltarte por nada.
Dimaria: Te amo- me miras extrañado ante lo que te dije, sabes que no soy de decir esa palabra, soy más de acciones. Levantas mi mentón para poder vernos a los ojos- tengo miedo- no dices nada y deja que siga- no sé qué haría si te pierdo- te desabrochas el cinturón de seguridad, para abrazarme, con solo esa acción me siento aliviada y segura.
Natsu: Y no lo harás- me susurras en mi oído, un sonido estruendoso hizo que no escuchara lo que estabas diciendo, seguido de un fuerte movimiento, creo que escuchar algunos gritos, luego de eso no recuerdo, ya que todo se volvió negro.
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Si tu no me hubieras abrazado, tal vez yo estaría en tu lugar, eres un tonto y me desesperas eso ya lo sabes, pero eres el hombre que amo, sujeto con más fuerza tu mano, esperando que despiertes. Los sonidos del electrocardiógrafo aparecieron a sonar ruidosamente, me levante de mi asiento y vi el aparato que comenzaba a ponerse raro, algo pasaba, salí en busca de una enfermera, cuando la encontré le lleve al tu cuarto, no paso mucho cuando llegaron dos enfermeras más y wendy, no permitieron que entrara, así que espere a que wendy saliera, cuando vi que salía de la habitación enfocó su mirada en mí.
