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Debo darme prisa, vestirme, peinarme, maquillarme...ugh, voy con el cohete en el culo. Esto me pasa por dejar siempre las cosas para el ultimo momento.
He quedado con Fani para ir a dar una vuelta por el barrio. Hemos quedado a las cinco en punto, y son menos cuarto y yo todavía voy en pijama. Típico en mi.
La ventana de mi habitación da al patio de luces, y siempre tengo la persiana subida, ya que en el ático de enfrente no vive nadie. Antes habían unos ocupas viviendo, pero los desalojaron y ahora lleva meses vacío.
Por otra parte, no he visto nunca en estos meses a ningún vendedor de pisos, enseñárselo a nadie. Los vecinos dicen que los ocupas que vivían antes, destrozaron el piso por dentro, arrancaron las puertas, se llevaron cables de la instalación eléctrica, destrozaron la cocina por completo, se llevaron los grifos, y las tuberías del agua se las llevaron también.
Entreabro un poco la ventana, abro el armario y cojo la ropa que quiero ponerme. Una camisa negra y unos pantalones cortos.
Me saco la camiseta del pijama y me pongo mi sujetador rojo que lleva un poco de encaje. Estoy dándole la espalda a la ventana, y escucho una pequeña risa detrás de mi. Me doy la vuelta sin pensarlo y veo a dos chicos en la ventana del ático de en frente, mirándome sonriendo. Automáticamente me tapó con mi cojín y me sonrojo a mas no poder
-Vaya se nos han acabado las vistas -dice el chico de pelo negro comiendome con la mirada
-Quien se va ha quedar con esta habitación? -dice el otro chico sonriendo
-Yo me quedaré con esta habitación -dice el chico de pelo negro sin sacarme la mirada de encima
Bajo rápidamente la persiana de mi ventana. Roja a más no poder, nerviosa. Dos chicos desconocidos me han visto medio desnuda desde un piso en el que se suponía que no vivía nadie. Acabo de pasar la mayor vergüenza de toda mi vida.
Acabo de arreglarme rápidamente, salgo al rellano y pico al ascensor. Ojala que el ascensor no tarde en llegar, porque como esos chicos salgan al rellano y me los encuentre cara a cara, querré que la tierra se me trague.
Por suerte el ascensor llega rápido, entro y le doy al botón de la planta baja. Las puertas del ascensor se cierran y baja hasta abajo. Salgo a la calle y veo a Fani sentada en un banco de en frente de mi portal. Al verme se levanta y me mira un tanto enfadada. Pero en cuanto le cuente lo que me a ocurrido, seguro se le pasa el enfado.
-Ya era hora -dice Fani acercándose a mi- pensaba que te habias muerto o algo
-Es que... -la miro con cara de cordero degollado
-No me vengas con excusas -me mira entre cerrando los ojos
Empezamos a caminar por la calle y le cuento lo de los dos chicos de la ventana del piso de en frente, que me han visto medio desnuda, lo que han dicho, como me miraba el del pelo negro, como sonreía el otro chico. La gran vergüenza que he pasado...

Mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora