El sol ya se está asomando, las personas comienzan a circular por las calles y mis recuerdos van apareciendo conforme me adentraba en ellas.
Viendo cada uno de los lugares en los que pase tantos momentos de mi juventud, donde nací, donde estudie, donde tuve mis primeras peleas, mis primeros amigos; donde por primera vez vi al amor de mi vida, y también, donde por primera vez me enamore.
Fue hace ya muchos años, una semana antes de nuestro primer día de clases. Me insististe tanto que fuera, que no podía hacer más que aceptar. Porque nunca puede negarme a nada de lo que tú me pidieras. Tu siempre tan perspicaz, aun no sé cómo convertiste a ese niñito tímido y retraído en uno de los chicos más populares de la ciudad.
Creo que es ese encanto que siempre has tenido, que incluso el más amargado de los amargados, caía ante tu hermosa sonrisa y terminaba riendo como idiota, aceptando lo que sea que tu pidieras.
Gracias a eso, pude conocer a "mi ángel", porque tú nos presentaste. ¿Nos viste a ambos tan solitarios que decidiste unirnos?
E incluso con ese poder, tú siempre fuiste tan dulce y amable con todos, jamás te aprovechaste de los demás, ni siquiera de aquellos que te molestaban. y aun no entiendo cómo es posible que alguien quisiera molestarte.
Ahora puedo comprender que eso era su envidia, porque ellos jamás podrían ser como tú, jamás podrían estar a tu lado, y aunque ellos intentaban compararte, tú no tienes comparación.
Si las cosas son así, ¿cómo esperan que pueda olvidarte en tan solo unos años?, si tu fuiste como el mismo sol, que iluminaba mi vida.
Si, lo noté aquel día, el día que conocí al amor de mi vida. Porque como un destello brillante, como el más puro rayo del sol, te vi iluminar todo a mi alrededor.
Llegaste corriendo hacia mí, mientras me dabas una sonrisa radiante, tus ojitos desparecieron en tu expresión de felicidad y complicidad, el sol iluminaba perfectamente tu rostro, una brisa ligera movía tu cabello y algunos pequeños pétalos caían sobre ti.
De no ser porque ya te conocía, hubiera creído que se trataba de un sueño. Y ahí fue cuando note que detrás de ti venia alguien, ustedes se miraron entre risitas mientras corrían en mi dirección, hasta que se detuvieron frente a mí. En ese momento creí ver un ángel, que se escondió detrás de ti tímidamente, mientras me miraba con esos hermosos ojos llenos de curiosidad.
Yo me vi encandilado por tan hermosa imagen, tanto que no supe que decir, y de mi boca solo salieron balbuceos. Provocando que ambos se rieran de mí y yo me sintiera avergonzado por mi rección tan torpe.
Luego de disculparte por la tardanza, me explicaste quien era esa persona, ya que no era nadie quien yo hubiera visto antes.
Por lo poco que pude entender, ya que aún seguía sin prestar mucha atención a la conversación por estar mirando al ángel; no solo porque estaba sorprendido por su belleza, sino porque este ángel no me había dirigido la palabra desde que llego, solo te miraba a ti mientras tu intentabas explicarme que con su familia eran nuevos en el vecindario, que habían llegado hace una semana y aun no tenía amigos, y por eso decidiste traerle contigo para que fuéramos sus amigos, diciendo que nos haría bien a los dos. Luego de eso te moviste hacia un costado dejándonos expuestos el uno al otro, provocando que los dos quedáramos un momento en shock, para luego mirarte en busca de ayuda y tú, como siempre solo reíste, con algo extraño en tu mirada como si intentaras trasmitirnos algo con tus ojos y aun hoy en día no sé qué me querías decir. Pero esa carcajada tuya, vasto para que los dos sonriéramos contigo y luego para el otro.
Desde ese día, todos fue diferente, por tres razones.
Primero que nada, hicimos una promesa en frente de nuestro árbol favorito, ese que tú y yo encontramos en un lugar poco frecuentado del parque y que ahora era especial para los tres. Fue ahí donde los tres juramos ser mejores amigos hasta el fin.
Segundo, ese día vi por primera vez, a mi primer amor y conocí al amor de mi vida.
Pero, lo más importante, y la razón por la que me mas recuerdo este parque, por ti. Porque fuiste tú, quien se paró enfrente mío y yo ya no pude apartar mis ojos.
Ese día, al fin, te vi.
Y supe que nunca podría dejarte ir.
Por eso ahora que vuelvo a esta ciudad, donde te vi por primera vez, ahora más que nunca quiero volver a verte.
Al fin veo mi antiguo hogar al final de la calle, por andar tan distraído casi me paso de calle. De no ser porque mis padres ya estaban afuera esperándome no lo habría notado, así pude frenar a tiempo.
Aun no terminaba de bajar del auto y ya tenía a mis dos padres abrazándome como si no me hubieran visto hace más de diez años, pero claro que yo se los devolví con la misma intensidad. Cuando al fin me soltaron, y después de hacerme mil preguntas en medio segundo, fui por mi maleta, luego de tomarla me disponía a entrar en la casa para continuar charlando con mis padres.
Pero es imposible para mí el no mirar hacia esa casa, a la que siempre había considerado mi segundo hogar.
Se ve igual a la última vez que estuve aquí, la última vez que te vi.
-[...]se miraron entre risitas mientras corrían en mi dirección, hasta que se detuvieron frente a mí.
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Déjame ir (kookmin)
FanfictionLos días se volvieron semanas, las semanas meses y los meses acumularon tres años. Tres años en los que no supe nada de ti. ¿Por qué no habrás ido? Todavía ahora me lo pregunto. ¿Que era eso tan importante que te tomo más de tres años? ...