2

995 201 5
                                    

Era viernes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era viernes. Hoseok ya había terminado con su trabajo así que solo guardaba sus cosas para volver a su diminuto departamento, quería descansar ya que hacía días que había trabajado hasta tarde porque su jefe no lo dejaba ni respirar últimamente y le dolía la cabeza. Pero cuando estaba terminando un conocido aroma llegó a él, uno que le gustaba cada vez más aunque intentara ignorarlo.

—Hobi, ¿qué dices de salir conmigo hoy?

El mencionado lo miró y omitió sonreír en reflejo a como su tonto lobo revoloteó dentro suyo. Solo se colocó su bolso en el hombro, haciendo una mueca pensativa.

—¿Hoy... dónde? —preguntó fingiendo un tono normal como si el lugar dependiera de su decisión, cuando realmente no era así porque su lobo quería estar con Jungkook en cualquier lugar mientras fuese cerca.

Cosa que Hoseok se negaba a aceptar.

—¿Qué tal al centro comercial?

Aunque se hizo el pensativo, su respuesta era obvia. Aceptó haciéndolo sonreír, aceptó aunque en los años que vivía en Seúl nunca había ido al centro comercial.

Mientras Jungkook lo llevaba en su auto, Hoseok no podía sentir otra cosa que su delicioso aroma a cítricos que estaba en todo el vehículo. Su lobo no estaba precisamente tranquilo, solo rezaba por qué Jungkook no lo notara. Su atracción por él estaba aumentando sin importar cuanto estuviera conteniéndose, solo esperaba entrar en razón en algún momento y recordar que no tenía tiempo para cualquier cosa que tenga que ver con un romance o lo que fuese, necesitaba enfocarse más en su trabajo y buscar algún otro porque le estaba comenzando a costar demasiado mantener el alquiler, sus demás gastos y las deudas que había ganado en todo ese tiempo viviendo solo.

—Te ves lindo hoy.

Hoseok se ruborizó pero cambió su mirada hacia la ventana, tratando de aclarar su garganta en silencio: —Es extraño que digas algo así de pronto.

Y era cierto, Jungkook no solía elogiarlo de la nada. Menos cuando estaban en completo silencio desde que había salido del edificio en el que trabajaba.

—Lo sé —suspiró Jungkook—. Debería ser sincero de ahora en más y seguir diciéndote lo que me pareces.

—Oh, por favor, no. Es raro.

Escuchó a Jungkook reír bajo mientras giraba en una calle.

Ahora que tenía la mente un poco más despejada y que la extraña tensión que hasta el momento sentía comenzó a irse, pensó en que Jungkook no volvió a mencionar a su amigo, ese al que quería que le diera una lección. Hoseok no podía saber la razón, tal vez se debía a que lo había olvido o había descartado la idea. No era que tampoco le importaba mucho, después de todo había dejado en claro que el tipo era un idiota, pero había dicho que le iba a pagar y... Si, Hoseok necesitaba dinero urgente en esos momentos y esa forma había sonado fácil para hacerlo.

Diferente al resto [ vhope ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora