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Taehyung no llamó, no volvió a verlo en días

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Taehyung no llamó, no volvió a verlo en días.

Guardó sus cosas, sin cuidado alguno, en su bolso antes de irse. Había terminado su turno de trabajo y era hora de ir a su departamento. Su rutina de siempre, una donde no habían citas ni salidas con amigos. Su vida solitaria se sintió más dura que nunca luego de esa cena con Taehyung, nunca había tenido una cena de ese estilo. Nunca se había sentido tan importarte para alguien como para que lo invitara.

La pulsera plateada en su muñeca brillo con un movimiento que hizo, Hoseok se quedó mirándola. Era la pulsera que le había regalado Taehyung, no se la había quitado desde el momento que le ayudó a colocársela, no se la había querido sacar. Ahora, mirándola bien, comprendía la razón del porqué se lo dio. Era una clara despedida, un "fue un gusto conocerte, adiós".

¿Qué fue lo que había hecho que no le había gustado? Se preguntaba todo el tiempo. Jungkook ni siquiera lo mencionó tampoco, tal vez le pidió que no lo hiciera. Pensándolo más, ahora también entendía porque ni siquiera había sacado el tema de los cachorros. ¿Cómo no se había dado cuenta que había sido descartado esa misma noche?

Cerró su bolso con tanta fuerza que casi lo rompe, ¿en serio le importaba ese alfa del cual Jungkook no dijo más que cosas malas? ¿Qué le pasaba? Negó molesto para si mismo y salió de su puesto para irse rápido. Estaba actuando como un ridículo incrédulo, ¿olvidaba quien era? ¿Qué era? Un deplorable omega que apenas podía pagar el alquiler del cuarto en el que vivía, un insulto a los omegas físicamente y más, ni siquiera había sido lo suficientemente omega para cumplir el trato que había hecho con Jungkook.

Salió del ascensor tan pronto estuvo la planta baja, esperaba con todas sus fuerzas que un taxi pasara rápido. No se sentía bien.

—Hoseok.

Una conocida voz lo hizo girar, aunque no fue necesario para reconocerlo apenas olió su aroma. Cítricos que de alguna forma tenían una terminación dulce.

—Jungkook... hola —saludó con voz baja al final, recordando que se debía ver totalmente desaliñado y avergonzado se porque Jungkook lucía hermoso y elegante como siempre.

—Estaba esperándote —dijo con una sonrisa linda—. ¿Estás apurado o podemos hablar?

—Oh, no, podemos hablar...

—Bien. —Sonrió más, como satisfecho al escuchar eso—. ¿Cómo has estado? ¿Cuándo volverá a ver a Taehyung?

Parpadeó. Que lo mencionara significaba que no le había dicho nada sobre que lo había descartado, tal vez era tan insignificante que hasta se había olvidado de él.

—No sé nada de él. —Fingió que no le afectaba, aunque por supuesto no lo hacía. ¿Por qué debía afectarle?

—¿Por qué no? —preguntó de inmediato, sumamente sorprendido. ¿Acaso no era obvia la razón?—. Ah, supongo que prefirió alejarse.

Diferente al resto [ vhope ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora