🫀𝓓é𝓳𝓪𝓶𝓮 𝓪𝔂𝓾𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮 🧠

3.- Flores

La mente y corazón estaban esperando su transporte para unos asuntos importantes, la mente estaba ocupado, como siempre, para recordar si alguna cosa le hacía falta, o tendría que hacer más trabajos pendientes.

Mientras la mente estaba ocupado, el corazón estaba mirando el gran campo de flores que estaba en frente, sentía una inmensa necesidad de correr en ese campo, de jugar entre la inmensa diversidad de flores, y de hacer una corona de las mismas, no recordaba la última vez que hizo algo parecido, quería hacerlo, no, necesitaba hacerlo o sentía que moriría si no lograba si cometido.

Miró a la mente con los ojos tan abiertos y tratando de hacerlos convincentes para la mente, con la ligera esperanza de que le diera tan solo una pequeña o diminuta oportunidad de hacerlo.

Solamente faltaba que la mente cediera a su capacidad de convencer, a tal punto que sus ojos casi se e dilataran para mayor fuerza.

Y la mente ya lo sabía, de echo se había tardado en ponerle los mismos ojos de siempre cuando quería hacer algo, aún que no decía nada ya podía escucharlo decir: "por favor por favor por favor".

Hasta que finalmente accedió.

🧠-Bien, solo por un rato ¿Vale?- suspiró.

🫀-Si! Te prometo no tardarme- Emocionado y con una sonrisa enorme salió corriendo al enorme campo de flores.

El corazón estaba jugando tan feliz entre el suave y largo pastizal como un niño pequeño, mientras que la mente lo estaba vigilando para que no se lastimara y tener que decirle después "te lo dije", aún que por dentro le enorgullecía ver al corazón alegre.

Así que la mente solamente desvío si vista un momento para ver si llegaba su transporte, mientras que, en unos segundos el corazón llega corriendo hacia él con una inmensa alegría mientras le enseña una corona de flores amarillas, azules y blancas.

🫀–Mira!! Lo hice para ti!!.

🧠–Wow, está bien– expreso de una manera un poco desinteresada.

El corazón, sin darle tiempo a la mente de reaccionar, la puso sobre la cabeza de su compañero.

🫀– Te queda genial!!.

La mente dibujó una pequeña sonrisa sobre su rígido rostro, duro pocos segundos pero al menos sirvió de algo.

Después de eso llegó su transporte, y tuvo que quitarsela, pero aún la guarda como un lindo recuerdo.