VIII

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Auron observaba como todos charlaban animadamente, mientras que el escuchaba la charla que le daba Reborn sobre sus días anteriores que no se han visto y de las pocas bromas que se ha comido por parte suya. Una risilla salió de sus labios por dos razones, la primera es que sabía lo que se aproximaba y que aquella tranquilidad que tenían los chicos posiblemente se acabaría, lo segundo es que acababa de recordar la última broma que le hizo a Reborn; Hace unos días antes de que todo esto empezara. En resumen le había ayudado con la construcción de la piscina y en una de esas le puso una mina con tierra, obviamente el dueño de casa se la comió entera.

- Ese día me la comí con patatas... -Habló Reborn haciendo que Auron ría.

- Me llaman el minitas... -Auron le manda un guiño, pero luego su mirada nuevamente va hacia los demás. Observándolos meticulosamente.

Reborn había notado aquel detalle en el bicolor, conocía a su amigo quizás mejor que todos los que estaban allí presentes. Y agradeciendo que estaban algo apartados, ya que el par no era de estar rodeados de tanta gente, decidió preguntar.

- Entonces... ¿Va a ocurrir algo? -Preguntó con simpleza, copiando la acción del bicolor.

- ¿Soy un libro abierto para ti Reborn? -Preguntó Auron con una sonrisa.

- Para mí sí, para los demás no... Son unos capullos que demoran en captar cosas... -Respondió Reborn- Y tú te estás aprovechando de eso...

Auron rió y Reborn también lo hizo, ambos se miraron fijamente por unos segundos y Auron se acercó a su oído para susurrarle algo.

El anuncio de la hora de la misa les llegó a todos, Reborn y Auron nuevamente se encontraban platicando cuando este llegó. Claro está que Auron bebía una soda y Reborn Cerveza, con todo lo comido les había dado sed.

- ¿¡Me estás jodiendo!? ¡Sí es súper temprano! -Se quejó Juan.

- Justo ahora que estamos en algo tío... -Bufa Tanizen.

En cambio, Auron le dio un último trago a su soda dejando la lata vacía sobre la mesa y luego empezar a caminar hacia la salida del templo siendo acompañado por Reborn.

- ¡Chicos! -El llamado de Axozer los detiene- ¿Van a ir?

- Pues claro... Quizás y es una misa importante, de hecho ahí Juan puedes preguntarle al profeta sobre los chamanes, ¿Es una oportunidad, no? -Auron se encoge de hombros y sigue caminando con Reborn a su lado.

Todos vieron como el par se fue alejando por las escaleras del santuario, el silencio reinó en el lugar, hasta que Juan rompió aquel silencio.

- ¿No notan que tienen mucha conexión esos dos? -Preguntó al aire.

Nadie respondió pero Juan notó que todos asintieron en silencio, al final todos se pusieron de acuerdo y se dirigieron a la iglesia. Todo caso, Juan pensaba que Auron tenía razón, podría preguntar por los chamanes.

Cuando todos llegaron a la iglesia lograron observar a Auron, Reborn y al Profeta platicar tranquilamente; desde la distancia se veía de esa manera. El trío notó la llegada de los demás integrantes dejando la conversación de lado.

- Empecemos con la misa.... -Comunicó el profeta, cada uno se fue sentando en sus respectivos asientos.

Auron y Reborn se sentaron como siempre juntos, desde su lugar el primero observaba como los demás se mezclaban entre pueblos; algo que le daba un poco de toc pero ya era cosa de su cabeza. Cuando la misa comenzó dejó de observar a los demás para prestar atención al profeta. De vez en cuando Reb molestaba a Auron sacándole pequeñas risas las cuales mayormente debían aguantarse o estallarían a carcajadas. El profeta no los castigaba no más porque sabía que el del mechón estaba recién saliendo de un cuadro de estrés y casi posible depresión, por lo que internamente agradecía a Reborn.

Traidor - Tortillaland 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora