Construí un territorio en la antigüedad

capítulo 42

En una casa de campo en ruinas, sonaron algunas toses ahogadas. Hacía un frío glacial y el viento frío entraba por las ventanas rotas y emitía un silbido.

Un hombre delgado y esbelto miró a su alrededor con cautela, asegurándose de que no hubiera nadie alrededor, luego abrió la puerta del bosque y entró prolijamente en la habitación.

"¡Señor Song! ¡Señor Song!" La habitación estaba oscura y fría, el hombre susurró un par de veces, y cuando escuchó la tos, frunció el ceño y dio unos pasos, buscando a tientas la lámpara de aceite sobre la mesa.

La lámpara era como un frijol y se balanceaba varias veces con el viento. El hombre lo protegió cuidadosamente con ambas manos y luego lo estabilizó.

Bajo la tenue luz, uno puede ver a través de la habitación en un abrir y cerrar de ojos. Hay una mesa a la que le falta una esquina, una simple tabla de madera y una persona acostada en la cama, con el cabello negro esparcido como una cascada. No podía dejar de toser, y su tez pálida se tiñó gradualmente con un leve rubor. El hombre parecía estar medio dormido y medio despierto, y cuando vio la luz, abrió ligeramente los ojos.

El hombre quedó atónito por un momento, y luego volvió a sus sentidos. Incluso si lo viera a menudo, la belleza de este hombre lo sorprendería cada vez. Sacudió la cabeza, se sacudió la picazón entumecida en su corazón, dio unos pasos hacia adelante y levantó al hombre contra su cabeza, y le arropó la colcha.

Extendió la mano y tocó la frente del hombre, que estaba caliente, y dijo angustiado: "¿Por qué todavía está tan caliente? ¿No tomaste medicina otra vez?"

Los ojos de Song Lian se atenuaron ligeramente y apartó la mano del hombre sin dejar rastro. En lugar de responder a su pregunta, preguntó fríamente con voz ronca: "¿Cuál es el resultado de este viaje?"

Al escuchar la pregunta, el hombre dijo emocionado: "Gracias a lo que dijo el Sr. Song, podemos ganar suficiente dinero esta vez, jajaja, las personas cerca de Liangcheng son ovejas gordas, hemos encontrado mucha comida, al menos se puede aliviar Echemos un vistazo a la situación actual de los hermanos.”

Ese hombre no es otro que Song Qingfu, quien llevó a alguien a saquear la aldea de Ningshi hace unos días. Song Lian era una persona importante que los ayudaba a hacer planes y otros lo llamaban Sr. Song.

Song Lian vino del norte hace dos años. Escuché que ella estaba tratando de esconderse de alguien. Después de llegar al límite de Liangzhou, contrajo el resfriado nuevamente y Song Qingfu la rescató cuando tenía hambre y frío. Desde entonces, ha estado a su lado, haciéndole sugerencias y haciendo que Song Qingfu, un tipo tan pequeño, se convierta en un gran líder de una de las grandes fuerzas en Liangzhou, Song Lian tiene mucho que hacer.

Song Lian no tenía el menor indicio de alivio en su rostro, tosió dos veces, "¿Cuál es la reacción del gobierno ahora?"

Song Qingfu parecía engreído, "¿Gobierno? ¿Cómo puede reaccionar un grupo de personas inútiles? Ni siquiera se atreven a perseguir".

De acuerdo con el método dado por Song Lian, presentó las pistas y colocó algunas trampas. Los perseguidores le dieron la espalda, ¿cómo podrían atreverse a perseguir de nuevo?

Ahora todos los hermanos respetan al Sr. Song. Desde el Sr. Song, su vida ha mejorado cada vez más y su poder se ha vuelto más y más fuerte. ¿Qué hombre en el camino no los admira? Ahora, los pueblos alrededor de Liangcheng también les están robando. Tal vez algún día puedan robar juntos a los comerciantes ricos y aceitosos en Liangcheng, y luego podrán comer y beber por el resto de sus vidas.

Esta vez, robaron y mataron a uno feliz. El gobierno no se atrevió ni a dejarse tirar un pedo. Para ser honesto, esto fue lo más feliz para ellos.

"No lo tomes a la ligera, deja que los hermanos mantengan la calma. Recientemente, se han estado sosteniendo la cola entre las colas. No hagas apariciones públicas para atraer sospechas. ¡Tos!" Song Lian instó.