Capítulo 10

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Normalmente las personas cuando están enojadas suelen armar escándalos, imponer cosas injustificadamente y no pueden controlar la rabia que llevan en su interior.

Pero ese no era el caso del pobre Sunoo, que ya estaba acostumbrado a llevar todo el peso sobre sus hombros sin rechistar. Por eso mismo solo respondió con un "Está bien señor director, yo me encargo de todo" y prefirió cerrar la boca.

Si el CEO del instituto creía que con un campamento en el medio del bosque podría unir a sus alumnos, de seguro estaba muy equivocado. Es decir, estarían en el medio del bosque, lo que quiere decir que habrían mosquitos, haría mucho calor y no tendrían un poco de internet. Pero era la decisión del director, así que más valía callarse.

El tuvo que encargarse de armar los grupos en los salones y requerir los permisos para partir en dos días. El viaje duraría una semana y los chicos tenían poco tiempo para prepararse. No quiso admitir, pero le alegró saber que los cursos menores no irían. Y es
que él no quería hacer de niñero, pero tampoco querría dejar a esos niños a su suerte, así que lo mejor fue que no vayan para ahorrar futuros problemas. De ese modo si alguien se metía en problemas, tendría la certeza de que no estaba bajo su responsabilidad.

Tendría que armar un grupo grande e igual de dos, solo habían dos camiones y en el campamento el lugar se dividía. Tenía entendido que las cabañas eran pequeñas, por lo tanto estas serían compartidas de a tres.

Estaba armando la lista de los grupos cuando captó al pelinegro que últimamente se le hacía muy usual ver. Sunoo normalmente rodaría los ojos e ignoraría el pequeño dolor de su corazón causado por las hirientes palabras que ese idiota le había dicho, pero se lo quedó mirando, viendo como hablaba muy pegado a Win y le susurraba cosas al oído.

Entonces decidió poner a Niki en su grupo y a Win en el otro.

Porque le daba náuseas verlo tan cerca de él.

Claro que jamás admitiría eso en voz alta. Solo se limitaría a hacerse creer que era para evitar conflictos y para también evitar que los demás alumnos escuchen los gemidos altos de Win como él lo había hecho.

Solo se encargaría de quedar muy lejos de Niki. Después de saber lo que éste creía de él, se sentía muy dolido y ofendido. Él no era un mal chico, quizá sólo era muy mandón y en la mayoría de casos insoportable. Pero nunca había hecho algo como meterse con algún profesor o ofrecer su cuerpo para obtener algún lugar en ese instituto. De hecho se cuidaba extremadamente de los chicos como Niki, porque por alguna razón, siempre solían ir detrás de él y su culo. Exactamente como Yeonjun, todos lo tomaban como un chiste pero ese alto realmente era un gran grano en el trasero; en una ocasión habían tenido una cita, pero el rubio después de eso lo ignoró completamente. Yeonjun había intentado llegar a todo en esa noche y le ofendió que creyese que el se entregaba tan fácilmente.

En fin. Todos los chicos así eran unos idiotas; o al menos eso pensaba Sunoo.

(🕸️)

Ese día Niki llegó a su casa con cara de perro rabioso. ¿Un campamento? Una jodida mierda. Si ni siquiera soportaba no dormir en una cama que no fuese la suya, menos soportaría dormir en una que posiblemente le haría doler la espalda y estaría sucia. Si no soportaba que su madre entre a su habitación y vea sus cosas, menos soportaría compartir habitación con un desconocido.

Su mamá al verlo tan enojado y al escuchar el tremendo portazo que éste dió, se preguntó qué es lo que pasaba. Si bien Niko solía enojarse fácilmente, la razón siempre era importante.

Y como sabía que su hijo quizá no le diría nada, decidió averiguar. Siempre su hijo solía meterse en problemas
en el instituto y ella era la última en enterarse. Pero esta vez sería más astuta.

Tenía agendado el número de Sunoo
y estaba al tanto de que éstos eran compañeros, pensó que quizá hasta eran amigos cercanos ya que se habían visto varias veces.

Sí, esa mujer era una completa ilusa.

Llamó a Sunoo y éste lo contestó
al instante. Se enteró de los planes que tenía el instituto y allí entendió el problema de su adorado Niki. Entonces le pidió un favor a Sunoo.

—Cariño, ¿tú puedes de alguna manera compartir habitación con Niki? Me da miedo que haga alguna locura, es posible de golpear a uno de sus compañeros si estos no le dejan dormir. Pero estoy segura que contigo seria diferente.

El sonido detrás del teléfono quedó en silencio, lo que significaba que Sunoo se lo estaba pensando seriamente.

—No creo que Niki arme alboroto señora, él es un buen chico. — contestó Sunoo, desesperado por sentirse acorralado.

En cambio la señora Seulgi lo tomó como un cumplido.

—¡Eres el primer chico que dice eso de mi hijo, Sunoo! Eres adorable, que lo sepas, me encantaría que Niki deje de ser tan tímido e intente algo contigo. — habló sin rodeos.

Del otro lado, Sunoo escupió todo el agua de su boca y simuló toser. Evitó comentarios y fue al grano.

—Haré lo posible para conseguir que Niki esté en mi habitación o cerca, se lo prometo, no se preocupe señora.

Un par de palabras más y la llamada se terminó.

Niki, quien había estado escuchando todo desde el teléfono de su habitación, evitó lanzar este mismo contra la pared o hacerlo trizas en sus manos.

No sólo tendría que aguantar ser campesino por una semana, sino que también debería de aguantar al hobbit gruñón vigilando cada cosa que hacía.

Si anteriormente se había sentido
un poco culpable por sus palabras al enano, ahora ya no lo sentía más.

No toleraba a Sunoo y se lo haría saber de todas las formas posibles.

No toleraba a Sunoo y se lo haría saber de todas las formas posibles

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Espero les guste😼

𝐏𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 #SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora