¿Cliché?

Capítulo 4

—Perdón por haber tomado tu mano antes sin permiso —Harry se disculpó al llegar al porche de la casa de Louis.

—No te preocupes, Harry —negó con una sonrisa floja ante su sueño que ha aumentado debido al corto viaje en auto.

—Tú también puedes usar un apodo si quieres, Lou.

—¿Cuáles usan tus amigos? —preguntó recostado en el marco de la entrada.

—Poste de luz, enderman, gruñón, mal humorado... —frunció el ceño— No estoy seguro de que me gusten esos apodos —negó y Louis lo miró pensativo.

—Mhm, ¿qué te parece... Hazz? —y por segunda vez en la noche Harry sonrió— Vaya, es la segunda vez que te veo sonreír, se te forman... hoyuelos, eso es... lindo —se ruborizó ante sus propias palabras.

—Gracias, supongo que eso responde mi pregunta del otro día —rió por la nariz y antes de que Louis pudiese decir algo negó— Deberías entrar, hace frío y no me gustaría que te enfermes por mi culpa.

—C-Claro... yo... me iré a dormir —asintió con la cabeza rápidamente, pero no se mueve— Gracias por traerme.

—No agradezcas..., —de pronto frunció el ceño e hizo una mueca de duda— Dijiste que estabas con Niall ¿estarás bien solo?

Por supuesto que intuyó que no había nadie más en la casa ya que estaba todo oscuro. Pero no estaba seguro.

—Si, tranquilo. Solo dile a Niall que no tarde.

—Está bien —asintió y con duda visible se acerca a Louis— ¿Está bien si me despido...? —El castaño asiente rápidamente y tragó saliva, se queda casi petrificado en su lugar cuando Harry se inclinó hacia su rostro y dejó un suave beso en su mejilla— Descansa, Lou.

—T-Tú igual, Hazz —Louis podría desmayarse en ese instante.

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—¡¿Qué él hizo qué?! —chilló el Niall.

Louis estaba sentado a su lado en el sofá, habían dormido hasta muy tarde y ahora se estaban poniendo al día de como pasaron la noche.

—Habla más bajo, Ni, mamá está durmiendo —murmuró en tono de reproche.

—Lo siento —dijo bajando la voz— Entonces... ¿él te besó? —Louis se ruboriza.

—En la mejilla, ya te lo he dicho. No me hagas repetirlo —le da un empujón amistoso.

—Uh, a alguien le gustó mucho ese simple besito, apuesto lo que sea a que deseabas otro en los labios —habló en tono burlesco alzando sus cejas sugerente.

—No seas tonto, Ni —bufó sintiendo sus mejillas arder.

—Vamos, Lou —rodó los ojos— Realmente tendría que ser tonto para no darme cuenta que se gustan mutuamente, deberían discutirlo.

—No vamos a discutirlo porque no es mutuo y ya, Niall, cállate que comenzó Clarence —dirigió su mirada al televisor al escuchar dicho programa.

—Ajá.

—Además estoy muy enojado con él —dijo frunciendo ceño.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Porque él no tiene derecho a decirme donde puedo estar —se alzó de hombros.

—Tú no te opusiste.

—Pues estuve mal, yo no debo hacerle caso.

—¿Es por eso que no contestas a sus mensajes? —alzó una ceja.