Capítulo 0. ¿?.

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Junio 2014.
Noticia de última hora.

—Capturan a la narcotraficante más buscada del país, Vicenta Sanders. Mejor conocida como La Dama Rusa.

***

Vicenta.

Golpeo los barrotes de mi celda ignorando el dolor que me produzco al hacerlo. ¡Ahg! ¡Maldita sea! No logro entender como dieron conmigo, no tiene sentido y me siento frustrada.

Yo no debería de estar en este lugar, no de nuevo. Al final dejó de golpear los barrotes porque no me sirve de nada y opto por sentarme en la cama.

¿No habrán sido capaces de traicionarme, verdad?

«¿De verdad crees eso, Vicenta? Estás siendo muy estúpida.» Dice la vocecita en mi cabeza.

Tiene razón, lo estoy siendo y no lo puedo evitar.

Oculto mi cabeza entre mis piernas mientras siento como lágrimas calientes salen de mis ojos y caen en mis mejillas finalizando en mis piernas. ¿Por qué caen? ¿Quién les dio permiso? ¿Y cuál es el motivo?

No. No me puedo permitir eso, levantó mi cabeza y me limpio
las lágrimas. Tengo que pensar bien lo que haré, tan solo lo tengo a él, mi hombre de confianza, el cuál espero que no sea capaz de traicionarme porque de ser así sería capaz de matarlo vivo.

De repente escuchó como abren la celda y entran varias mujeres con la misma ropa a lo cual asumo que son reclusas. ¿Qué querrán? ¿Una bienvenida acaso? Espero que sea mejor que la que me dieron la última vez.

Reí internamente.

—Levántate—me ordena una mujer alta y gorda, con varios tatuajes y muchas trenzas en su cabeza.

¿Qué se cree? ¿Qué puede darme órdenes? Ja.

Me quedé en el mismo lugar sin moverme ni decir nada.

—¿Te crees mucho, no es así chiquita?—hace algunas señas a las otras dos mujeres y ellas inmediatamente acatan y se acercan a mi y me levantan a la fuerza.

—¿Quienes se creen que son para decirme que hacer y encima tocarme?

—Estás muy arriba, pienso que deberíamos bajarte de esa nube en la que te encuentras.

Me sostienen con fuerza a lo que intento liberarme, ahg, odio esto.

Veo que se truena los dedos y mueve la cabeza de un lado a otro para después formar con su mano un puño el cuál va directamente a mi cara con fuerza.

¡Mi hermosa cara! ¿¡Pero cómo que atreve?!

Hago una mueca de dolor, oh mierda.

—¡En la cara no!—grité y se ríe con más ganas.

Sin decir nada más me vuelve a golpear pero con más fuerza a lo que me empieza a salir sangre por la nariz.

¿Es todo lo que tiene? Ja.

¡Si tan solo no me tuvieran agarrada! ¡Pagaran por eso! Aún no saben con quién se están metiendo.

Sus golpes fueron a mi estómago. Me retuerso del dolor que me provoca cada golpe, ¿Por qué suelen ser tan irracionales? ¿Y dónde demonios están las celadoras?

Se alejó de mi y dijo:

—Hay algo que ronda en mi mente ¿Acaso no sientes remodimiento?

—Te... pregunto... lo mismo—hablé entrecortada.

—¿Acaso el alma de tus padres no te persiguen?

Me reí.

Ellos no pueden, tampoco lo merecen. Jum. ¿Quienes son esas escorias para estar detrás de mi, pisando mis talones?

—¿De que te ríes maldita golfa?

—De lo patética que eres.

Sin dudarlo me abofetea pero en eso llegan varias celadoras, ¡hasta que por fin se dignan en aparecer! Un poco más y me hubieran exterminado.

—Hubieran... tardado más—hablé con dificultad e inmediatamente ven a las celadoras me sueltan.

—¡Llevenlas a la habitación de castigo! —Ordena con voz firme la primera celadora que entró a la celda.

***

La enfermera empieza a curar mis heridas, está no es como las otras, esta se ve más cuidadosa, hago una mueca de dolor por el ardor que siento debido al alcohol.

—Un consejo, no te metas con ellas, o será peor—dice la enfermera mientras sigue en lo suyo.

—Sería al revés—repliqué haciendo una que otra mueca.

Al terminar las celadoras me sostienen del brazo y me sacan de la enfermería, volviendo a las celdas.

De camino a ellas nos desviamos, ¿A dónde me llevan?

—Mi celda no está por aquí.

—Callate—ordena la celadora con fastidio.

Iba a decirle algo pero guarde silencio, nos detenemos en una celda en la cuál se encuentra una mujer.

Abren la celda.

¿?

—Está será tu nueva celda y ella es tu compañera—dice la otra celadora, la cuál es más baja.

Me adentró a ella.

—Soy Eunoria—se presenta sin levantarse de la cama y sigue jugando con lo que sea que tenga en las manos. La mujer llamada Eunoria tiene el pelo negro suelto y bien esponjoso, se ve que es bien flaca.

Las celadoras se van y yo me siento en la cama que esta vacía sin saber que hacer o decir.

—Hola—opté por romper el silencio.

—Hola—suelta una risa, ¿Y a esta qué?

Eunoria se baja de la cama y se sienta a mi lado.

—Bienvenida seas—dice con una sonrisa y agrega:— Por cierto, te vez horrible. ¿Esa paliza que te dieron te reinició todo?

Me reí.

—Gracias, y sí que lo hizo.

—Es bueno tener una compañera, esto es muy aburrido—me tiende su mano—¿Te parece si... amigas?

—Esto... sí—acerco mi mano a la suya entrechandolas.

—Te imaginaba diferente a decir verdad.

—¿Diferente?

—Sí. He escuchado muchas cosas de tí, y horribles. Dicen que eres una mujer macabra... que emanas "confianza" y seguridad.

—Están en lo cierto, aunque a veces soy una persona diferente—bajo la voz—. No te dejes llevar por todo lo que digan o digo, puede ser real como también falso—advierto.

***

Publicado: Miércoles 22 de Febrero, 2023.
Advertencia: Todo es ficticio, nada es real.

Psdt: Me tengo fe ✋🏻🙃 (Lunes,12 de junio 2023) ahora sí, a ver qué sale!

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