𝑻𝒊𝒆𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒍𝒇𝒂 𝒚 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂

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Información adicional: Los agentes pueden encontrarse con sus "espejos" es decir, con ellos mismos, por eso se habla de tierra Alfa y Omega.

(Nosotros pertenecemos a la tierra Alfa)

Reyna se despertó, somnolienta se sentó apoyando ambas manos en la cama hasta que comenzó a recordar lo que soñó, otra vez ese sueño, donde Sage y ella eran mas que simples compañeras, una relación muy extraña, una fantasía que había estado atormentando cada rincón de su mente por al menos unas dos semanas, no sabe en que momento comenzó a sentir cierta atracción por la segunda al mando del Protocolo Valorant.

Si bien era cotidiano el hecho de que Sage le fulminara con la mirada cada vez que le lanzaba un pequeño coqueteo, no sabe en que momento comenzó a atraerle el hecho de molestarla y ver sus reacciones.

- Este sentimiento comienza a irritarme. - Susurró para sí misma frunciendo el ceño y enredando sus dedos en su liso cabello.

Se estiró alzando ambos brazos y lo primero que hizo fue buscar una toalla para darse una ducha, había dormido tan cómoda la noche anterior, pues no tuvo que ir a ninguna misión pero aún así necesitaba recolectar mas almas, estaba hambrienta, por supuesto la única que podía solucionar esto era Sage, pero para Reyna, pedir algo como eso la haría ver débil o como si no pudiera alimentarse por si sola, eso pensaba.

Apoyó su cabeza en la pared sintiendo como las gotas rodaban por sus mejillas, el agua estaba algo fría pues llevaba sintiendo un calor intenso desde la madrugada que en ciertas ocasiones la despertaba, está de más decir que el cuerpo de Reyna era muy llamativo, me vería en la obligación de recalcar mas esta características, si alguien no hubiera tocado la puerta de la habitación claro...

- ¿Reyna estás despierta?, tenemos una misión en aproximadamente unas dos horas y espero que no vuelvas a hacer lo que quieras como si las ordenes no existieran.

- Lo estoy cariño, ¿al menos podrías dejarme terminar la ducha?

- Por supuesto, estaremos en la sala esperándote para desayunar. - Fue lo ultimo que pudo escuchar.

Apenas terminó de ducharse comenzó a secar su cabello de forma delicada dejando pequeños masajes, era algo que le encantaba de si misma, esos mechones morados no le quedaban bien a cualquiera pero por supuesto en ella se veían perfectos. Tan pronto como estuvo lista por completo salió de su habitación encontrándose a Neon por el pasillo.

- Hey, Reyna.

- Buenos días niña eléctrica, ¿Cómo estuvo el entrenamiento con Sage ayer?

- Bastante bien, relajado, pero aún me cuesta mantener a raya mi poder...

- Ya te he dicho yo que te quites ese aparato estúpido, jamás podrás manejar o limitar tu poder por ti misma si no aprendes sola.

- Pero Killjoy dice que-

- Killjoy casi sale como un pollo rostizado por querer curiosear tu capacidad eléctrica esa vez.

- Si es verdad, pero yo le dije que se alejara, incluso le mandé un mensaje a Brimstone.

- Entiendo, ¿Cómo van las cosas con Jett? - Preguntó mientras caminaban hacia la sala por los largos pasillos.

- Todavía cree que puede superarme en velocidad, ya vamos siete a tres y todavía no se rinde, es muy terca. - Respondió siguiéndole el paso.

- Así es ella, te acostumbrarás. - Soltó una pequeña risa hasta que al llegar vieron a nada mas y nada menos que las sanadoras conversando. - Oh pero que tenemos aquí, una belleza.

- Gracias Reyna, comienzo a acostumbrarme a tus halagos. - Dijo Skye mientras se reía levantándose de la silla para ponerle la mano en el hombro a Reyna.

¿Cómo sé que eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora