Capítulo 12: Los documentos de Irina Vein

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Alice miraba por la ventana envuelta en una toalla mientras Zeke tomaba el carruaje para irse a su misión. Uniformado, limpio, incluso Alice le había preparado un café y un omelette de champiñones para que desayunara.

Luego de eso, Alice se había ido a bañar y cuando salió, solo recibió un caluroso y cariñoso abrazo de su prometido y un beso de despedida, para finalmente verlo partir a la guerra.

Luego de que el carruaje se alejara y solo quedaran sus guardaespaldas, Alice cerró la cortina y dejó caer su toalla para buscar su ropa en el armario.

Eligió un ligero y largo vestido azul de manga corta con estampado de pequeñas flores blancas, zapatos y un abrigo.
Recogió su cabello en una cola alta y colocó un gloss a sus labios frente al espejo.

Se miró luego de enroscar el cosmético y se dijo a sí misma mentalmente: "Eres Alicia Prime Hoffman, Alicia Prime Hoffman, Alicia Prime Hoffman". Como un mantra que la retenía con los pies en la tierra, que nublaba su curiosidad y la invitaba a olvidar a "Daira".

Suspiró ligeramente antes de apartarse del espejo y bajar las escaleras para llegar a la cocina y servirse un poco del café que había hecho horas antes.
Se sentó en un banco y miró el sol salir poco a poco para asomarse por su ventana y brindar algo de calor al frío de la casa.
Pero su mente la invadió sin importar cuánto tratara de olvidarlo: el titán que recordó, la voz de aquel hombre, el poder de Irina, el ataque de los rebeldes, Daira...

En ese momento Alice recordó aquel folleto en la ciudad, el cual invitaba a la gente a ir a la iglesia de la ciudad, prometiendo que encontrarían las respuestas en la fé.

Así que dejó su taza en su lugar y caminó hacia la salida para abrir la puerta y ver a Adam y Roger haciendo guardia, los cuales giraron a verla de inmediato.

–Quiero ir al complejo militar– anunció con seguridad, pero fue detenida por las palmas del más alto, Adam.

–¡Espere!, el complejo está solo, las misiones comenzaron hoy–

–Debe haber alguien, siempre hay alguien– y comenzó a caminar hacia el carro, dispuesta a ser llevada por sus guardias.

Roger y Adam se miraron inseguros, pero no tuvieron más remedio que acceder y subir al carro para comenzar a conducir hacia el destino que Alice les ordenó.

Roger y Adam se miraron inseguros, pero no tuvieron más remedio que acceder y subir al carro para comenzar a conducir hacia el destino que Alice les ordenó

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Justo antes de la puesta del sol, la Legión de Reconocimiento junto a sus aliados estaban listos para partir ante la gran espectatitva de las personas.

El periódico decía:

"La legión partirá hoy: La reina ha informado por medio de la carta imperial que la Legión partirá con el objetivo de recuperar para la humanidad el terreno perdido de la muralla María, con una ventaja tecnológica privada que rescataron de la antigua M.R.B, para comunicarse a distancia.

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