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Capítulo 18: Apoyo aéreo

El castillo de Edén era tan inmenso que arriba podías tocar las nubes y abajo te adentrabas en las montañas.

Bruno Vein era alguien relajado y amigable con aquellos amigos con los que había comenzado la organización rebelde, Anna y Sophie lo conocían desde hace más de diez años, eran casi familia, algo igual a lo que había entre los héroes enmascarados (Erwin, Hanji, Mike, Levi Daira), un sentimiento fraternal y cercano.
Sin embargo, para el trabajo, Bruno era bastante serio y decidido, después de todo estaba preparado para ser el futuro rey de la isla de Edén, o ese era el plan si derrotaban a Marley.

Todo el pueblo de Edén lo conocía como "el último Vein con vida", el único heredero al trono luego del secuestro de la primera princesa y la traición de la segunda.
Todo el pueblo lo apoyaba, sabía que Marley lo buscaba pero nunca lo atrapaban, confiaban en él, creían en su lucha y las pocas veces que había salido al pueblo a dar sus discursos, había inspirado al pueblo a no dejar que Marley tome el control de sus tierras... pero ahora la guerra les pisaba los talones, y ya no era tiempo de discursos, si no de acciones, y por eso Bruno había vuelto al castillo.

El portón del salón de juntas se abrió de par en par provocando que varias personas en el interior se pusieran de pie.
Generales, consejeros, líderes en muchos sectores como el secretario de comercio interior y exterior, la de educación, la de caminos y arquitectura, el de minería, entre tantos otros encargados de regular y medir todas las partes de un país independiente.

Bruno le cedió el paso a Anna y Sophie para que tomaran también sus asientos como representantes del movimiento rebelde y finalmente tomó asiento a la cabeza del lugar.

–Dudo que un simple gracias sea suficiente para agradecerles su lealtad... he estado desaparecido durante más de un año desde que Marley envió a sus agentes para matarme, tuve que tomar decisiones sin decírselo a nadie al no saber en quién confiar– dijo mirando a todos con seriedad.
–Pero ahora lo sé, y este año sirvió precisamente para eso, para que supiéramos en quién confiar en tiempos de guerra–

–Milord– pidió la palabra la secretaria de arquitectura y caminos, una mujer anciana, delgada, cabellos blancos bien peinados y un vestido morado.
–No podrá ignorar que cientos han muerto para conseguir llegar hasta aquí... tanto traidores como inocentes–

–Así es, secretaria, lo sé... es por eso que he venido a ustedes no solo con la vanal idea de mi retorno a la cabeza del movimiento, sino con propuestas nuevas e información importante, la primera es acerca de mi prima, quien según sé ahora está en la cabaña de los agentes rebeldes– ante esta información las personas se sorprendieron.

–¿Cómo sabemos que en realidad es ella?– preguntó la secretaria de educación, una mujer más joven, más voluminosa y con cabello negro y lentes.

–Le daré la palabra a la agente Trigger para que nos ponga al tanto de la situación– señaló Bruno a Anna quien se puso de pie de inmediato.

Ella los miró a todos con seguridad, lista para exponer todo el avance que había logrado junto a su equipo.
–Desde hace años el único indicio del paradero de la princesa siempre fue el poder de la Diosa Imiza... bajo una ardua investigación seguimos el rumor de que la habían entregado a Daryl Adler y Mary Anne, líderes de una organización clandestina de armas y terrorismo que se ocultaba en Paradise, así que enviamos a uno de nuestros mejores agentes a hacer trabajo en cubierto, Felix Gerwarth– hizo una pausa mientras ve que Sophie ya está lista para entregar las imágenes y documentos que habían traído como evidencias.
–La misión de Gerwarth fue infiltrarse como agente de esa organización llamada "M.R.B" que son las siglas de "Mafia Rosa Blanca"– ... –Nuestro agente no solo la encontró a ella, sino que se quedó a su lado hasta la culminación de todos los eventos que la llevaron a manos de la rama militar de la Legión de Reconocimiento de Paradise, y ahí le perdió el rastro, todo gracias al segundo ataque del titán de Berthold Hoover y el de Reiner Brown, que destruyeron las instalaciones secretas de la M.R.B–