Epilogo

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Epílogo

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Epílogo

Una luz lo obligó a abrir los ojos. Ya no estaba en frente del altar, ni siquiera estaba seguro si seguía en México, estaba en un bosque a mitad de la nada.

-Llegamos.-Una voz familiar le habló tras de él. Adam se dio la vuelta encontrándose con un hombre de cabello oscuro y facciones definidas.- ¿Cómo te sientes?

-¿Michael?-Este asintió sonriente.- ¿De verdad eres tú?

-Lo soy.-Ambos rieron, yendo a abrazarse.

Adam lo tomó por las mejillas, besándolo como si fuera la primera vez. Un beso repleto de añoranza, amor y perfección, como lo eran ahora.

Sus frentes se unieron, Michael acariciaba el dorso de su mano mientras Adam parecía no dejar de admirarlo.

-Por un momento creí que serían una rueda con miles de ojos.-bromeo mientras acariciaba su cabello.

-Pensé que esta apariencia sería más atractiva para ti.-respondió el arcángel.-Vamos, me fui hace tanto que mis hermanos deben tener un desorden.

Caminaron, justo donde el trono de Dios tendría que estar, pero no había nada. Ni desorden.

-¿Qué pasó?

-Eso tiene una explicación.-La voz de Castiel le hizo darse la vuelta.-Dios se está haciendo cargo ahora.

-¿Castiel?-Adam y Michael preguntaron al mismo tiempo.

El ángel asintió.-Un gusto volver a verte Adam. Michael.

-Creí que el plan era matar a Dios.

-Y eso pasó.-Jack apareció justo detrás de él.-Hola.-Alzó su mano.-Me estoy haciendo cargo.

-¿Tu? ¿Tú eres Dios?-Adam habló al ver que Michael estaba callado.

El chico asintió.-Me llamó Jack, aunque creo que ya nos conocemos.

-¿Tu... ¿Me trajiste de vuelta?-Michael se sentía mareado ante los nuevos descubrimientos.

-Jack.-Castiel habló esta vez.- ¿Hiciste eso sin preguntar primero?

Jack cambió su expresión a una de tristeza.-Adam estaba realmente triste Cas. Todas las noches pedía que Michael volviera y tú y Dean me enseñaron que siempre hay que ayudar a la familia.

Cas vio con ternura a Jack, quien explicaba todo con cara de estar a punto de llorar.- ¿Estuvo mal?

-No, claro que no. Es lo que papá te dijo que hicieras, está bien.-Jack de nuevo sonrió.

-Jack.-Michael habló.-Como muestra de mi agradecimiento.-se inclinó sobre una rodilla.-Me pongo bajo tus órdenes como tu arcángel. Mi ejército y yo estaremos a tu disposición.

-No te preocupes por eso.-Jack le ayudó a ponerse de pie.-Lo hice por tío Adam y mientras él sea feliz tu deuda será saldada.

-Y ya no tenemos ejército.-Castiel continuó.-Jack no planea seguir el ejemplo de su abuelo.

-Entonces... ¿Qué será de mí?

-Ambos pueden disfrutar de su paraíso, juntos.-Jack habló.-Sin preocupaciones.

Michael y Adam se vieron, sonrientes. Era lo mejor que les había pasado. Irónicamente, su segunda muerte había sido la mejor de las bendiciones.

-Michael.-Este vio a Adam. Estaban frente a un paisaje semejante al del campamento, solo que este tenía un lago que completaba la estampa.-Ahora que no tienes otra opción, ¿de cuánto tiempo juntos estamos hablando?

-Hasta la eternidad, amor mío.-Tomó su mano dándole un beso.-Hasta la eternidad.

Hasta la eternidad (Midam Week)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora