Un mes había pasado desde aquellos mensajes, donde se enteró que Jungkook tenía a alguien más y desde ese día todo cambio para ellos.
A la mañana siguiente Jin se levantó temprano como de costumbre para preparar el desayuno para los demás, sin embargo, nunca esperó encontrar al castaño sentado frente al comedor con un vaso de chocolatada. Muy a sus adentros sonrió porque sabía que ese hábito de tomar leche con chocolate lo adquirió de él, pero no demostró estar contento con eso ya que de un momento a otro regreso a su mente aquellos mensajes.
—Buenos Jin hyung.— Saludo como si nada hubiese pasado la noche anterior.
—Buen día, Jeon.
Se mantuvo inexpresivo, contestando cortante ante cualquier palabra que el menor dijera. Antes de volver a tratarlo como antes debía superar los sentimientos hacia él.
El ambiente se tenso volviéndolo incómodo hasta que poco a poco los demás fueron bajando a la cocina para desayunar, distrayéndolo por completo por las ocurrencias que sus amigos decían, nuevamente se sentía bien, siempre y cuando no fijara su mirada en Jungkoook.
Las mañanas era igual de monótonas para ambos, donde se ignoraban mutuamente y solo se dirigían la palabra si era muy necesario o simplemente acudían con alguien más. A veces apenas y se veían en casa, era como si poco a poco ambos fueran olvidando la presencia del contrario.
Los demás chicos se habían percatado del cambio de actitudes de ambos, pero nadie intervino, sabiendo que debían arreglar las cosas por si solos, pero conforme los días pasaban en vez de mejorar parecía que todo estaba empeorando.
Ninguno de ellos sabia las razones para que las cosas se pusieran de esa manera y tampoco se veían capaces de preguntarles a alguno de los involucrados, aunque ciertamente solo uno de ellos sabia la historia ya que cierto pelirosa se lo había contado.
—¿Y entonces que se supone que haga, Namjoon?— Talló su rostro con algo de fuerza dejando ver lo frustrado que estaba.
—Habla con él.— Se encogió de hombros como si fuese lo más sencillo del mundo.
—¿Estás de joda, verdad?
Jin sabía que aquél moreno siempre tenía las mejores palabras en el momento idóneo y en ese instante parecía que era el peor consejero.
—En realidad no.— Se acomodo sobre la cama del mayor mirando al techo. —No quiero decir que llegues con él y le digas "Yo soy quien te ha estado besando cada noche." Porque eso solo le traerá más conflicto y le será más difícil saber que hacer. Solo... Solo acércate a él y habla de cualquier tema, sí ha salido con Youngjae o Yugyeom, si le gustaría acompañarte a comprar algo o incluso puedes invitarlo a comer, acércate de nuevo a él como los buenos amigos que solían ser. Se que ambos están más que sofocados por no hablarse, se nota a kilómetros.
El mayor se mantuvo escuchando con atención.
—No quise involucrarme en sus problemas porque eso es lo que son, SUS asuntos. —Recalco aquella palabra. —Pero no iba a negarme a ayudarte cuando te acercaste a mí para pedir ayuda. De verdad Seok habla con él. No debería decirlo porque no se qué es lo que Jungkoook piense, pero por lo que has contado siente cierta atracción a tu otra identidad, aunque no sepa que eres tú.— Se sentó sobre la cama para poder verlo mejor. —Nadie va cada noche aún bar solo a esperar tener un pequeño tiempo con alguien para luego irse, al menos que sea para follar pero ese no es su caso, te creaste y le creaste una manía de que cada vez que llega solo lo besas y así se mantienen por varios minutos. Si sí, sé que no puedes hablarle en ese instante porque te delatarías pero solo piensa un momento ¿Cómo crees que reaccione si por casualidad se entera de que eres tú? En el peor de los casos creería que solo estabas jugando con él al no detenerlo.
En ese punto no sabía si Namjoon de verdad quería ayudarlo o solo quería hacerlo sentir mal... O quizás solo estaba diciendo cosas que se negaba a aceptar.
—Intenta ganarte a Jungkoook siendo tú y tal vez dejar ese empleo que tienes por las noches.
—Nam, sabes que no puedo hacerlo.
—Claro que puedes, incluso podrías conseguir otro trabajo de medio tiempo.
—Pero allí recibo una buena remuneración, ningún otro empleo podría ayudarme a juntar el dinero que necesito.
—Entiendo que quieras complacer a Kookie, pero no se puede tenerlo todo en esta vida. Además te lo he dicho muchas veces, me preocupa que alguien trate de sobrepasarse contigo o te haga daño. Por favor Jin piénsalo.— Lo miro por algunos segundos directamente a los ojos. —Yo no puedo decirte que debes hacer o no, tú sabrás que camino elegir, cualquier decisión que tomes yo estaré aquí sin importar nada.
El peli blanco se levantó para acercarse al mayor envolviéndolo en un abrazo y finalmente dejar un pequeño beso sobre su frente. Unos segundos después se dirigió a la puerta y antes de salir se giró levemente.
—No debes pensar solo en el bienestar de los demás, también tienes que ver por ti.— Y una vez dicho eso salió cerrando con suavidad la puerta dejando al pelirosa quizás más confundido de lo que estaba.
¿Y ahora que debía hacer?
¿Decirle a Kookie?
¿Trabajar un poco más y luego irse?
¿Echar por la borda todo el esfuerzo?
¿¡Qué!?
No quería dejar de trabajar en aquel establecimiento porque solo así podía besar cuántas veces quiera a ese pequeño y hermoso ser, además si se iba tan de repente le causaría dolor al menor. Pero si se enteraba que era él también podría causarle una decepción enorme ¿Y si creía que era un cualquiera?
Entre más quería buscar una solución terminaba analizado las consecuencias de cualquier decisión que tomará dificultándole llegar a una conclusión.
"Habla con él."
Resonaron las palabras de Namjoon nuevamente en su mente.
Luego de un rato estuvo casi seguro de lo que haría.
—Bien Jeon Jungkook, prepárate para ser cortejado por el maravilloso Kim SeokJin.
ESTÁS LEYENDO
𝕷𝖆𝖇𝖎𝖔𝖘 𝖈𝖔𝖑𝖔𝖗 𝖈𝖆𝖗𝖒𝖊𝖘í. [ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋ]
KurzgeschichtenUn trabajo poco usual pero con grandes beneficios. 🐇𝘋𝘦𝘳𝘦𝘤𝘩𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘦𝘳𝘷𝘢𝘥𝘰𝘴. 🐇𝘕𝘰 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢𝘴. 🐇𝘕𝘰 𝘢𝘥𝘢𝘱𝘵𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴.