Sirvienta Leal

Final de entrenamiento práctico (Día 33)

Cristian movió su culo de un lado a otro mientras quitaba el polvo.

En estos días su entrenamiento había avanzado de forma gigantesca. La habían entrenado para aumentar su libido aún punto extremo, había practicado lo suficiente la limpieza hasta el punto de la perfección según la voz , también habían entrenado su mente para darle más autonomía y parecer más humana y no tan màquina, y por último la habían echo más reactiva capaz de reaccionar de la forma más coqueta y sumisa a cualquier situación.

Cuando terminó de limpiar la voz volvió.

-Sirvienta.-

-Si. ¿Que es lo que desea maestro?.-

Respondió Cristian de forma coqueta.

-¿Cual es tu sueño?-

Pregunto la voz.

-O maestro si ya lo sabes, mi sueño siempre a sido servir a un amo.-

Respondió Cristian.

-Buena respuesta, sigue limpiando.-

Cristian gimió al sentir como se activaba el vibrador, antes de volver a su trabajo.

(Horas después)

Cristian entro dentro de su habitación habiendo terminado su tarea de limpieza.

Se acerco hasta su tocador cogiendo el dildo y visor que recibió el segundo día. Se sentó en su cama mientras se metía el dildo en la boca y se colocaba el visor. Preparada para su tarea solo esperaba la orden de su maestro actual.

-Chupa.-

Con la orden Cristian no tardó ni dos segundos en empezar a chupar.

(Día ?)

Cristian se despertó en una nueva habitación todavía tenía sus pantis, pero a le habían quitado los cascos y los vibradores que había estado llevando todo este tiempo, la verdad se sentía algo desnuda al no tenerlos.

Cristian se levantó de la cama en la que estaba para observar la habitación. La habitación era completamente blanca y lo único que había ahí era la cama un tocador y un maniquí con el vestido completo que había estado usando este tiempo.

Sin saber muy bien que debía hacer se sentó en la silla del tocador para empezar a maquillarse, tras eso se puso su vestido y se colocó sus tacones.

Ahora completamente vestida se colocó frente al la puerta, sus piernas juntas y manos entrelazadas.

Estuvo esperando durante un tiempo hasta que la puerta se abrió revelando a un hombre.

-Señor.-

Saludo Cristian cruzando las piernas mientras se  inclinaba y levantaba su falda con sus manos.

-Sigueme.-

Ordenó el hombre.

-Como deseé.-

Respondió Cristian.

El hombre salió de la habitación con Cristian detrás de el. Mientras caminaban hacia su destinó Cristian noto varias cosas, la primera fue a otras cuatro sirvientas siendo guiadas al igual que ella, lo segundo era el pasillo negro por el cual estaban caminando.

Las guiaron por el pasillo hasta otra sala, tenía una pasarela y varias sillas o butacas todas ellas ocupadas por diferentes hombres y mujeres.

Los hombres las pusieron en fila y hicieron que pasaran una por una por la pasarela demostrando todas sus dotes aprendidas durante el entrenamiento. Mientras paseaban una voz decía características de cada una.

Cristian estaba incleiblemente feliz tantas personas viéndola posar, todas esas personas interesadas en ella para que les sirviera, solo pensarlo hacía que se mojara, suerte que fue entrenada para aguantar y que no se notara lo mojada que estaba.

Cuando terminó de dar la vuelta se quedó en el sitio que la dejaron originalmente.

Estuvo esperando hasta que todas dieron una vuelta por la pasarela, cuando todas pasaron los hombres que las habían traído las sacaron de la sala y las devolvíeron a las habitaciones en las que habían despertado.

Mientras se alejaba de la sala Cristian podía escuchar como todas la personas de adentro estaban pujando para ver quién se llevaba a una de ellas.

Al llegar a su habitación dió un pequeño repasó a su maquillaje antes de sentarse en su cama esperando a que le llamarán.