Capítulo 5

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Han pasado tres días desde el incidente con Bible y desde entonces no he vuelto a verlo por lo pasillos del Instituto; he preguntado con algunas religiosas pero lo único que me dicen es que esta un poco enfermo.
Hoy es el último día de clases en la semana  y como cada viernes, Bible tiene que asistir a dar la misa; mis compañeros y yo en la espera de ello nos dirigimos a la iglesia donde el resto del alumnado esta esperando, una de las religiosas comienza a preparar todo para la misa.

-¿Creen que el Padre venga a dar la misa?._- cuestionó Mile.

-Posiblemente sí, la religiosa informo que se presentaría._- respondió Jeff.

Comenzamos a tomar lugares en cada una de las bancas, el resto del alumnado comenzó a entrar y tomar sus respectivos asientos, una chica ya conocida dirigió su mirada en dirección a Jeff él cual solo le sonrió amablemente de nuevo.
Comencé a cuestionarme si acaso serían algo y nadie lo sabía, con curiosidad pregunté. _- ¿Tú y esa chica tienen algo?._- todos comenzaron a reír ante mi comentario; Tong que no paraba de reír escandalosamente llamó la atención de los presentes.

- Jóvenes guarden silencio por favor, estamos en la casa de nuestro señor._- ante el comentario de la religiosa, Tong guardo la compostura y solo desvío su mirada a nosotros.

Aun con la curiosidad presente volví a cuestionar a Jeff.

-¿Entonces tú y esa chica tienen algo?._- cuestione.

-No, ella y yo no tenemos nada... Mucho menos se su nombre._- respondió.

-¿Entonces porqué siempre te saluda?._- mi pregunta se vio interrumpida ante un comentario de Mile.

-¿Ves a ese chico de ahí?._- señalo Mile; aquel chico se encontraba a unos cuantos metros de nosotros, parecía demasiado serio y si no me equivocaba era más chico que nosotros._- Bueno, ese chico trae loco de amor a Jeff.

-¿Y él lo sabe?._- cuestione.

-No, él no lo sabe._- respondió Jeff; su rostro cambio de un momento a otro, su expresión era triste y seria al mismo tiempo.

Todos comenzaron a guardar silencio cuando la música Sacra invadió la iglesia, las religiosas comenzaron a tomar sus lugares para dar inicio al acto litúrgico de cada viernes.

Una figura masculina se hizo presente, vestía una sotana negra acompañada de su alzacuellos que resaltaba entre toda esa vestimenta negra.
Camino hacia el altar religioso que se encontraba frente a todos; con un Rosario entre sus manos comenzó a dar gracias y dió inicio a la misa.

-"... Cuiden de cumplir con todos los mandamientos que hoy les ordenó. Si lo hacen, vivirán y se multiplicarán dichosos...." _- Así lo dicta la palabra de Dios; pues él nos hizo a su imagen y semejanza._- "... Ustedes no seguirán sus tradiciones. Son mis decisiones las que seguirán y mis tradiciones las que guardaran viviendo de acuerdo a ellas y a mis mandamientos, pues el que las cumpla vivirá gracias a ellas..."

Aquellas palabras invadían mi mente, los recuerdos se hacían presentes y con ello diversas emociones surgían en mi.
Para mi madre siempre había sido una decepción, una aberración y con ello solo justificaba su abandono; todas las noches lloraba en la soledad de mi habitación preguntándome, ¿porqué no era normal?, ¿porqué no podía tener una vida como cualquier otro?.
Mi abuela era la única persona que me hacia sentir amado, la única que me hacia sentir que podía tener un hogar o tan siquiera un lugar seguro en mi vida, llenaba ese vacío en mi vida y hasta el último momento me regalo momentos de felicidad.
Cuando ella partió sentía como mi vida se caía a pedazos, mi madre lo único que hizo fue demostrar una vez más su ausencia; al pasar de los años siempre había cosas más importantes que yo... Al final en busca de abandonarme una vez más llegue hasta aquí.

"Melodía Nocturna"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora