Capítulo 3

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Es mi primer día de clases en este Instituto, el día de ayer estuve despierto hasta tarde charlando con mis compañeros; me sentía algo cansado pero tenía que asistir a clases; después de todo no podía faltar el primer día.
Una de las religiosas llamó a la puerta dando aviso para asistir al Salón y tomar el desayuno, comenzamos a hacer el mismo recorrido del día anterior.

Al llegar al Salón una figura masculina se hizo presente, las religiosas y el resto del alumnado le dieron la bienvenida.

-Pete, ven; acércate muchacho._- una de las religiosas llamó mi nombre, me dispuse en dirección a ella quien se encontraba con el joven sacerdote; mis nervios comenzaron a hacerse presentes, sentía como el calor subía por mis mejillas dándoles un color rojo demasiado notorio.

-Buenos días, me han hablado mucho de ti; es un gusto conocerte. _- me extendió la mano y me ofreció una calidad sonrisa dejando atrás su aspecto serio._- Soy el Padre Bible, espero tu estadía aquí sea de tu total agrado; puedes consultarme cualquier duda que tengas, Pete; de igual manera espero Dios pueda guiarte por su buen camino.

-Gracias, Padre._- no tuve nada más que decir, mis palabras se habían esfumado ante la presencia de ese hombre.

-Puedes retirarte. Dios bendiga tu día, Pete. _- fue lo último que dijo el Padre antes de dirigirme a mi lugar, tenía los nervios de punta y sentía como mi rostro se ruborizaba cada vez más.

Al llegar a la mesa todos comenzaron a interrogarme sobre lo sucedido, una pregunta tras otra me invadió.

-¿Qué te dijo?, ¡anda cuéntanos!. _- replicó Apo.

-Solo me dijo que podía consultar cualquier duda con el, eso fue todo._- respondí.

-Ahhh, vamos; ¿Por eso estas así de nervioso?._- cuestionó Mile.

-No estoy nervioso; son alucinaciones tuyas, imbécil. _- respondí ante la pregunta de Mile.

Comencé a notar como las puertas por tercera vez se abrían, esta vez dando paso a diversas jóvenes que portaban un uniforme sumamente feo, Tong no se había equívoco con ello.
Varias de ellas al entrar cruzaron miradas coquetas con algunos chicos, una de ellas miro en dirección a Jeff; quien a su vez le dio una sonrisa amable y agitó su mano para saludarla.
Comenzaron a tomar asiento en las mesas libres, las religiosas atentas a que no se mezclaran entre los varones pasaban unas cuantas veces entre las mesas; el Padre Bible subió a uno de los balcones que se encontraban en el Salón, desde arriba su mirada se comenzó a pasear entre la multitud dando por asegurado que ningúna regla estuviera siendo corrompida.

Sentí como alguien me observaba con atención, mis ojos alcanzaron a divisar a una figura masculina; cruzamos miradas por unos segundos y dándole una sonrisa volví mis ojos hacia mis compañeros.
Mis manos comenzaban a sudar, los nervios se apoderaba de mi; todo mi rostro comenzaba a teñirse de rojo nuevamente.

-¡Que pesar!; se terminó la hora del desayuno, vamos. _- Jeff se levantó de la mesa, Tong a su vez, se en camino a la puerta con el.

-¿A que clase vamos?. _- cuestione mirando a Apo y Mile.

-Hmmm, Historia del Arte; supongo. _- respondió Apo.

Caminamos por los pasillos del Instituto, atravesamos el jardín en dirección contraria a los dormitorios; llegamos a un segundo edificio donde se encontraban las aulas de clase.
El edificio era imponente, pareciera salido de una película de la época Victoriana; mi mirada fascinada ante ello se quedó a contemplar aquella edificación por unos segundos, absorto en pensamientos seguí caminando al interior de el; subimos las escaleras y pasamos por diferentes aulas.

"Melodía Nocturna"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora