Déjate cazar (Cancelada)

Capítulo 7

Gritos, solo podía escuchar unos fuertes gritos en medio de toda esta oscuridad. Me sentía perdida, corría lo mas rápido que podía, pero no me alejaba de nada. Una luz tenue de color rojo invadía el sitio donde me encontraba, acto seguido un aullido feroz se escuchaba salir de mis labios. Sentía como mi mente desconectaba, y caía en un vacío desesperador, el miedo consumía todo mi organismo. Una voz femenina en mi mente me despertó de golpe.

-Se acerca la luna roja.-La voz me susurraba, quedando grabado en mi memoria. 

De mis labios no pude contener sacar un grito ahogado, la ansiedad invadía todo mi cuerpo. Note unas manos que me abrazaban, al girar mi rostro pude ver a Ethan preocupado a mi lado, me acuno contra su pecho y empezó acariciarme. No había entendido nada de esto, mi cuerpo ya me jugaba malas pasadas, algo que creo normal, si no obviamos la ansiedad que he podido tener estas semanas. 

Hice un pequeño listado mental de todo, empezando por que mi mate era el enemigo, un traidor del que no podía escapar, y que ya no quería hacerlo, algo dentro de mi me decía que era seguro, que me protegería.  Continuando con que mi mejor amiga, alguien con quien he compartido años de mi vida y considero familia, es alguien perteneciente a la rama de lideres de cazadores, y se a unido al grupo. Y terminando por que tenia una despedida de soltera para mi amigo, y si, era algo importante aunque los tiempos no acompañaran.

Mi mirada fue directa a la de el, sus dos colores me fascinaban, haciendo así sus expresiones mas intensas. No entendía que hacia alguien de los nuestros, dándonos caza, y mucho menos me imagino que de verdad haya cazado a alguien. Como si me estuviera leyendo la mente, se puso algo tenso, soltó un pequeño respiro y entonces hablo.

-Se que te mereces saber las cosas.-Iba a decir algo, pero sus dedos se posaron en mis labios, para que no pudiera decir nada.-Déjame hablar antes de decir nada.-Asentí, era lo único que podía hacer.-Cuando era un crio, no mas de nueve años... mis padres murieron, no pertenecían a ninguna manada, así que nadie con conocimientos de crianza lobuna podía hacerse cargo de mi. Ellos... me encontraron, no fueron capaces de acabar conmigo, y pensaron que les podía ser de ayuda.-No pude evitar hacer una mueca, su expresión tensa seguía presente.-Me criaron como a uno de los suyos, y para que nadie me tratara diferente, fue un secreto mi caso, casi nadie en el grupo sabe lo que soy, aunque algunos lo intuyen.

No sabia que decir, ellos habían sido su familia, y los que lo acogieron se callaron de su situación para no hacerle daño. En primer lugar no podía creer que esos monstruos tuvieran corazón. Un pinchazo fuerte en el corazón se hizo presente, Beth... Era cierto, ella era uno, y era una chica con un gran corazón. 

-Eso no es todo.-Trago fuerte, parecía no saber como dar ciertas noticias.-Los cazadores estuvieron inactivos una temporada, porque ya no matáis gente, estáis mas familiarizados en las zonas y los tiempos cambian. Pero..-Siempre había un pero en las cosas, y eso era lo que mas me disgustaba.- Tenemos una profecía, una loba, nacida de un líder de clan y una hija de la luna de sangre, si toma mal camino, se acabo todo.

-Es decir ¿Yo acabaría con todo?.-Mas información a retener, ahora añadimos a la lista que tengo que tener cuidado de no acabar con el mundo, fantástico. 

-Si, por eso te quieren dar caza.-Y la sala se quedo en un incomodo silencio.

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¿Cómo podía contarle esto a mis padres? ¿Qué tenia que hacer al respecto? Mi vida en pocas semanas se puso patas arriba.  Mi cabeza casi podía echar humo por tanta información retenida en tan poco. 

Podía tachar de la lista de preocupaciones que mi mate me matara, una cosa entre miles. Quizás si hablara con Beth.. ¿La conocía tanto? Ni siquiera sabia cuando se hizo ese tatuaje ¿Mi amistad con ella me salvaría? Tenia que hablar con ella, ir con los pies en el suelo y ser seria, necesitaba aclarar todo, quería sentir paz en mi vida. Era duro ya haber nacido clasificada como una gran Alfa, y haber tenido una infancia diferente, si los de la mana supieran que nunca a sido una bendición para mi, todo lo contrario, maldita desde mi nacimiento. 

Ya había pasado una semana desde que Ethan me conto la verdad, y aun no pasaba esa pagina de proceso. Puse una mano en la puerta de cristal que tenia delante de mi, dispuesta a entrar en el club privado donde se haría la despedida de soltero de mi amigo Kevin. Genial, así podía tachar cosas esta actividad de mi mente y intentar despejarla. 

-¡Cariño al fin llegas!.-Kevin puso una sonrisa de oreja a oreja al verme, el que llegara media hora tarde esa noche no lo detuvo a la hora de pasarlo bien, y me alegraba por ello.

Llevaba puesto un vestido rosa con pompones, destacando con su cubata en la mano, donde me llegaba hasta mi distancia el fuerte olor a Vozka. Hice el esfuerzo de sonreír y entrar a ese antro, acercándome al lado de la tarima, donde estaba el junto las demás invitadas. 

Las horas pasaron, perdí la conciencia de cuantos cubatas llevaba encima junto mi amigo. Recuerdos a trozos en mi mente de la noche, mintiéndole dinero al striper en los calzones, perreando en la pista de baile como diosas, dedicando discursos borrachos al afortunado. Agradecí esa desconexión del mundo... Como pude saque mi teléfono y lo revise, tenia un mensaje de Ethan diciendo que vendría a recogerme a las dos de la mañana. Mire el reloj, faltaban cinco minutos para que se presentara. 

Me despedí de la gente en la fiesta y fui hasta la salida, fue como un latigazo sentir la brisa fresca al salir del antro, y como si alguien me abofeteara con una bolsa de conciencia lo entendí todo. Si yo decía algo a mis padres, definitivamente causaría una guerra con muchas bajas, y lo que era peor, tendría que decir adiós a todos y mudarme, poniendo en peligro también a Beth y Ethan. 

Sin saber si era por culpa del alcohol, los nervios o el desagradable olor que me llego a sangre, mi cuerpo se puso en tensión, y como un auto reflejo de mi sistema empecé a transformarme. NO, NO, NO Y NO, esto no me tendría que pasar, y menos aquí. 

Todo paso en unos segundos, unas cuatro personas vinieron corriendo hacia mi, lanzando a mi alrededor unas cuerdas para dejarme atada, cuando mas inestable estaba. Tiraron de mi hacia ellos, en mis ojos solo se reflejaba el pánico de la situación. 

-La tenemos, funciono la bomba de olor que dijiste.-Le decía un hombre a otra persona.

Poco a poco iba perdiendo mas y mas fuerza, hasta caer rendida en el suelo y con la vista nublada. No se que tenia ese aroma, pero no era bueno para mi. Antes de caer desmayada de fondo pude oír un grito desgarrador, Ethan...

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Hola queridos lectores. 

Me he sentido con ganas de volver a escribir, aunque para ser sincera, llevo una temporada haciendo borradores de una historia mas seria que me gustaría intentar hacer.

Espero no haber perdido el toque que os a gustado durante tiempo, y que disfrutéis como yo lo hago con la lectura. 

¡Pregunta! ¿Sois fans del romance?