Capítulo 8

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Desperté atada con unas cadenas de metal, era casi imposible poder moverse lo mas mínimo con ellas puestas. Mire a mi alrededor, viendo un sótano mal oliente, sin nada a destacar. ¿Qué había pasado? ¿Cómo se enteraron de que era? En el corazón me dio una fuerte punzada, solo me podía venir el nombre de Ethan a la mente... No me lo podía creer, aunque tampoco me podría haber extrañado, los mates se pueden traicionar. 

No sabia cuanto rato tenia metida en la sala, entraba muy poca luz por la ventana, una pequeña y alta, que en efecto me indicaba que estaba unos pocos metros bajo el suelo. Alguien irrumpió en la sala, cortando todos mis pensamientos de golpe. Por la silueta pude distinguir que era una mujer, encendió la luz antes de entrar y se fue acercando a mi poco a poco.

En cuanto mis ojos se adaptaron a toda esa luz de golpe, me quede paralizada por unos segundos. La persona que tenia delante, no era ni mas ni menos que Beth, vestida con un traje negro de cuero, típico de los Cazadores. Trague saliva fuerte, mis ojos se humedecieron al instante. Si, iba a romper a llorar en cualquier momento, mi mundo no podía irse mas abajo en tan poco tiempo. 

-¿Porque nunca me dijiste nada?.-Beth rompió el silencio, en su cara no había rabia, si no tristeza reflejada.-¡Nunca me contaste nada! Joder Iryna ¡Tu! Tenias que ser tu, yo... no puedo.-Se le notaba que no podía controlar todo lo que tenia dentro, cada una estaba en una situación difícil. 

-Tu tampoco me dijiste nunca nada.-Pude notar como se le encogía el corazón por un momento.-Hacia unas semanas que tenia pistas sobre lo que podías ser, pero no quería creerlo, mi amiga, la persona que tantos años me acompaño... Alguien que tenia toda mi confianza fuera alguien que me quisiera matar.-Iba a contestarme, pero yo quería añadir algo mas.-Si ya de por si es difícil contar mi situación, imagínate cuando lo descubrí. 

Acorto la poca distancia que nos quedaba, y con una mano agarro con delicadeza mi mentón, haciendo así que la mirara a los ojos. Estábamos sin duda las dos rotas, seria una de esos Cazadores, pero ante todo éramos como hermanas, y así a sido durante años.  Ninguna de las dos apartaba la mirada de la otra, no sabíamos como proceder. Beth termino por caer rendida al suelo de rodillas, rompiendo a llorar.

-Por favor, dime que no eres tu la loba de la profecía, dime que tengo alguna posibilidad de salvarte.-Entre llantos me suplicaba por una respuesta, y yo sabia que no le iba a gustar.

Agache la mirada, solo con ese acto ya supo la respuesta, era difícil salvarme, o mas bien imposible. Sin decir nada mas, se levanto del suelo, sus piernas temblorosas consiguieron moverse hasta la puerta, no miro atrás, salió de la sala, dejándome en mi soledad. 

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Llevaba ya encerrada dos días en el sótano, solo habían venido a traerme comida y llevarme al baño cada muchas horas. Al menos era un detalle que no hicieran que me meara encima. Me estaba volviendo loca aquí abajo, me estaba dedicando a contar todas las grietas y manchas del lugar, una y otra vez, para poder pasar el tiempo rápido. No sabia cuanto tiempo me quedaba, y cada minuto era un sinvivir. 

La puerta se abrió, dejando entrar a un hombre musculoso en la sala. Un pequeño destello hizo eco en mi mente, sabia quien era, el Rayo, de la pelea que fui a ver con Beth. Me fije que en su mano tenia puesto un puño americano, temblé, sabia lo que significaba. Detrás de el venia otro tipo, del cual este nunca lo había visto, dejando una silla de madera en mitad de la sala, me pusieron de pie a la fuerza y me sentaron, cambiándome la forma de sujeción de las cadenas, para adaptarlas a la silla.  Este se fue, dejándome con el boxeador en la sala. 

-Vamos a jugar lobita.-Se quedo parado enfrente de mi, y con una mano agarro mi mentón con fuerza, haciendo que lo mirara.-Las reglas son fáciles, me dices lo que quiero oír, y yo destrozo esa hermosa cara.-Creo que mi expresión fue suficiente, porque formulo su pregunta.-¿Cual es tu manada? 

Ya empezábamos mal, mi boca fue directa a su mano, que seguía agarrándome, para dejarle una fuerte marca de dientes, dejando esta chorreando de sangre. Tuve una satisfacción mental, me iba a dar una paliza, pero estábamos a la par, esa mano no la podría usar en una temporada, punto para la mordedura de lobo. 

De su boca salió un insulto para nada bonito hacia mi persona, y cerré los ojos para esperar el impacto en mi cara, que no tardo en llegar. Di un grito por inercia, dolía como los mil demonios, no se había contenido de primeras, en efecto, lo tenia enfadado. 

La zona del derechazo me ardía, podía notar como caía un liquido caliente por mi mejilla. Le mire otra vez a los ojos, no le daría el lujo de llorar, no podía darme el lujo de llorar, no iba a mostrarme débil. Habían cosas que me dolían mas, algo físico dolía al momento, pero podría curarme fácilmente. 

-Cambiemos mejor la pregunta.-La mano que hacia pocos segundos había mordido, fue directa a mi cuello, apretando con dureza y cortándome la respiración.-¿Donde esta el puto lobo de la profecía?.-Mi corazón se acelero, Beth no dijo nada, Ethan... tampoco. Ellos... me estaban protegiendo a su manera.-Tienes tres segundos para responder.

-¿El de caperucita roja? No se, quizás cambio de cuento al de los tres cerditos.-Me permití reírme, no me rendiría, de mi no saldría ninguna respuesta cuerda.

Otra vez el puño se estampo en mi cara, esta vez reventando mi labio. La boca se me lleno con un sabor asqueroso a sangre. Sonreí, no dejaría que viera mi dolor, era la hija de un alfa poderoso y de una loba con energía de diosa, no, no iba a llorar, no me dejaría ganar, algo dentro de mi sabia que no tenia que rendirme. 

Con toda la sangre que tenia acumulada en la boca, se la eche en la cara. Una sonrisa triunfal, manchada de sangre salió de mi rostro. Me sentía poderosa, no iba a caer. 

-Tu lo has querido.-Y arremetió hacia mi con mas fuerza.

No pude recordar mas nada de lo que paso, mi mente hizo una desconexión. Ya sea por los golpes, por no poder procesar mas cosas, o simplemente porque mi loba quería tomar el control... Todo estaba negro ante mis recuerdos. 

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Hola mis queridos lectores, aquí una nueva parte, algo intensa y diferente ¿Qué pasara? 

¡Descúbrelo en el próximo capitulo! TAN TAN TAN 

¡Momento pregunta! ¿Puedes estornudar con los ojos abiertos? 

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2022 ⏰

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