One Shots - Assassination classroom

17 « Podría decírtelo, pero entonces tendría que matarte »

Autor: siivn
Resumen: Gakushuu tiene en sus manos un secreto internacional y no sabe cómo guardarlo para sí mismo.
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De las seis semanas de vacaciones de verano que Kunugigaoka concedió a sus estudiantes, Gakushuu desperdició cinco de ellas pasando tiempo con sus amigos. El resto de los Virtuosos se habían negado a dejarlo estar a solas con su padre ni siquiera por un día y él, que no estaba realmente ansioso por estar cerca del hombre, se había ido con ellos. Los había dejado arrastrarlo por la ciudad, pasando el tiempo en salas de juegos, karaokes y otros lugares que los estudiantes de su edad solían frecuentar, haciendo cosas que los estudiantes de su edad solían hacer (o al menos, según Ren. Pero no estaba realmente convencido). que los niños promedio de catorce años pasaban toda la tarde comprando y jugando en la sala de juegos. ¿Cómo encontrarían tiempo para estudiar entonces?)

E incluso si normalmente no iría voluntariamente a estos lugares, admitió que había disfrutado pasar tiempo con sus amigos allí. El ceño molesto de su padre al escuchar lo que había hecho esos días (es decir, nada relacionado con lo académico) era solo una ventaja. Y podía llamarlo infantil todo lo que quisiera, pero Gakushuu tenía toda una infancia que alcanzar y estaba enojado. Y cuando estaba enojado, podía ser extremadamente mezquino.

Pero tenía sus buenas razones para estar enojado con su padre. No solo había enviado a Gakushuu a la clase 3-E como si fuera un idiota que no podía seguir el plan de estudios de la escuela o un delincuente violento que solo podía pensar con los puños. ¡Gakuhou tuvo que humillarlo aún más al anunciar su transferencia a toda la escuela! Como si el alumnado no hubiera notado su ausencia al inicio del nuevo semestre, cuando en lugar de caminar por los pasillos tendría que escalar montañas para llegar a su clase.

Así que disculpe si estaba siendo infantil, pero actualmente estaba en medio de una guerra de mezquindades con su viejo. Y no había manera de que él perdiera.

Después de todo, él era el hijo de su padre, aunque Gakuhou no lo viera como tal.

La última semana, en cambio, la había pasado encerrado en su habitación para evitar a su padre, solo abriendo la puerta para que la criada le llevara la comida y recogiera los platos vacíos. Y si el hombre tenía algo que decir sobre su comportamiento impropio, no podía importarle menos: era culpa de Gakuhou si estaba teniendo una crisis existencial con solo catorce años.

Podía aceptar ser transferido de la clase A a la E: estar en una clase diferente poco importaba cuando sus calificaciones dependían exclusivamente de él y su arduo trabajo, no era un perdedor barato que fracasaría en cuanto hubiera un pequeño cambio de ambiente. También podía aceptar el hecho de que tendría que escalar una montaña entera todas las mañanas para llegar a su salón de clases: su destreza física coincidía con su rendimiento académico y no era como si desafiar un poco a su cuerpo fuera algo malo. E incluso podría aceptar que su padre le cediera el lugar que le correspondía en la clase A a un estudiante de clase E de segunda categoría, quien, para obtener la aprobación de sus padres, ni siquiera dudó en abandonar a sus compañeros de clase: el tipo pronto lo hará. darse cuenta de que no todos estaban hechos para manejar la presión que venía de ser parte de la clase élite de Kunugigaoka.

Pero no había forma de que pudiera aceptar que su futuro maestro era un pulpo amarillo que aparentemente había destruido la luna hace unos meses y solo había dejado una delgada media luna a su paso, que también amenazaba con hacer lo mismo con el Tierra en menos de un año y, mientras tanto, enseñando a una clase de estudiantes de secundaria.

'¿Qué es mi vida?' se había preguntado a sí mismo, alborotándose el cabello con frustración. Pero la verdadera pregunta que debería hacerse era ¿qué diablos estaba haciendo Gakuhou con su vida?