IV. Una pintura
Los jardines de Fontana Roja le parecían mucho más bellos que los de Alfea, aunque se aseguraría de nunca decir eso frente a la directora Faragonda. El sonido de las cascadas de Fontana Roja le parecía arrullador y reconfortante.
Musa levantó la vista del libro, una hoja antes de entrar a la Guerra de magos. Dejo el libro a un costado y bajo unos cuantos escalones hacia la barda que la separaba la explanada del estadio.
Riven notó el movimiento de la chica e hizo un último lanzamiento de bumerán antes de levantar la vista hacia ella. Le sonrió suavemente.
Musa le devolvió el gesto—. ¿Puedo hacer una pregunta? —preguntó ella.
Riven se acercó a la barda y asintió.
Musa se inclinó hacia adelante y apoyó los codos sobre la barda que los separaba—. ¿Hay algo en la Guerra de los Magos, qué no quieres que lea?
Riven asintió—. Me gustaría que no la leyeras en lo absoluto, pero dado que es imposible detenerte no tiene sentido pedírtelo.
Musa lo miró—. Si lo leo ¿cambiará algo para ti?
Riven lo pensó un segundo—. Espero que no cambie nada para ti —respondió—, debo volver a entrenar —dijo antes de tomar distancia.
Musa no volvió a tomar el libro esa tarde, prefirió leerlo en su habitación, lejos de Riven.
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Sin sus ruidosas amigas Alfea le parecía terriblemente sola y deprimente, pero sabía que no podía abusar de la hospitalidad y su jerarquía de poder para dormir todo el tiempo en la habitación de Riven.
—Musa —la llamó la profesora Griselda—. La directora Faragonda requiere tu presencia en su oficina.
Musa asintió, con un poco de animosidad. Adoraba a la directora, pero desde que comunicó su decisión de querer visitar a los padres de Riven esta había hecho notar inconformidad con la decisión.
Al entrar a la oficina la directora la saludó cortésmente y Musa tomó asiento.
—Saladino me ha dicho que te dejo leer hace unos días La Historia Oculta de la Magia —dijo la directora, Musa atinó a asentir para no interrumpirla—, debes saber que es un libro por demás restringido, habla de lo peor, lo peor hecho con nuestros poderes.
Musa asintió—. Como la bruja que secuestro mentalmente a todo un pueblo.
Faragonda asintió—. Como ese trágico evento. ¿Has llego a la Guerra de los magos?
Musa asintió—. Pensaba leer ese capítulo esta noche, directora.
La mujer sonrió—. Bien, bien, entonces estoy justo a tiempo —dijo mientras se levantaba—, acompáñame Musa, te llevaré a un lugar del castillo que pocos conocen.
Musa se levantó y caminó detrás de la directora por un angosto pasillo que no reconoció, hasta una gran puerta de madera.
Al entrar musa miró a su alrededor—. No comprendo —dijo al ver que en todas las paredes solo había cuadros de pintura negros.
La directora Faragonda sonrió—. Esta es la Sala del Juicio —dijo—, aquí se encuentran todas las imágenes de aquellos magos, brujas o hadas que fueron exiliadas —la directora chasqueó los dedos frente a un cuadro y la imagen de las Trix fue revelada—. Asumo que ellas te parecen conocidas.
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No realmente [MUSA x RIVEN]
Fanfic¿De donde venía Riven? No lo sabía ¿Cómo se llamaban sus padres? No lo sabía ¿Acaso tenía hermanos, hermanas? No lo sabía ¿Lo conocía? No realmente Entonces Musa dio cuenta que no conocía en lo absoluto a Riven y... necesitaba respuestas. Obtendrí...