Génesis 1:1-2

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"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas"

Génesis 1:1-2

Los sellos estuvieron listos antes de que sonase la siguiente secuencia de trompetas

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Los sellos estuvieron listos antes de que sonase la siguiente secuencia de trompetas. Un entusiasmado Reese irrumpió en la sala de reuniones de Ira, junto con une Sariel igual de feliz y un Van Hai que les miraba como si fuesen sus hermanes menores.

—Sólo hay una cosa —recordó Sariel después de presentárselos, arrugando el entrecejo—. No los pueden poner demonios.

—¿Por el tipo de energía? —supuso Lucifer. Al verle asentir, adoptó una expresión pensativa—. ¿Los pondrán Rafael y tú?

Sariel movió la cabeza en un gesto que no era negativo ni afirmativo.

—Rafael está buscando una entrada sin muchas complicaciones, pero es probable...que siendo sólo dos tardemos mucho y Amenadiel se dé cuenta antes de que hayamos liberado a suficientes ángeles.

—Un humano puede ponerlos —alegó Reese—, igual que Salomón. Sólo hay que llevar suficientes hechos. Si vamos varios, podemos ganar tiempo mientras Rafael y Sariel vigilan, y si alguien se acerca, también nos dará el tiempo para salir...

Lucifer empezó a arrugar el entrecejo al entender lo que pretendían.

—Imagino que la idea fue tuya —Leviatán se dirigió a Van Hai.

Él asintió.

—No es una tarea difícil, me puedo mover muy rápido mientras no suenen las trompetas.

Leviatán se limitó a asentir.

—Pero aunque no pueda poner los sellos, voy con ustedes. Saldrás más rápido en caso de emergencia si estoy ahí.

Van Hai sonrió y lo aceptó. Miró de reojo a Reese, que parecía tener un duelo de miradas con un Lucifer al que no le gustaba para nada la idea de exponerlo así en un lugar controlado por Amenadiel.

—Mientras nosotres nos encargamos del Cielo, otro grupo debería ir por Asherah —señaló Sariel—. Y podrían necesitar llevar sellos también.

—Estudiamos el que Salomón creó que tenía a Su Alteza Asmodeo como excepción —explicó Van Hai— e hicimos- bueno, Sariel-

—Fue un trabajo en equipo —insistió Sariel, formando un puchero—, ustedes también hicieron muchísimo...

—Bien —Van Hai se rio—. Hicimos una versión que puede retirar el efecto de los sellos de Amenadiel, pero para demonios. Como la hermana de Job está allí, no sabemos si Amenadiel envió a Azazel con más sellos en caso de que vayamos...

—Voy con el grupo que va al Cielo —"informó" Reese, sosteniéndole la mirada a Lucifer.

—Bien —La respuesta de Lucifer fue escueta—. Yo también.

Gula (Pecados #7) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora