Máscara

Capítulo 2: Komi Shouko

Komi Shouko no puede comunicarse.

Ella posee un transtorno que se lo impide. Cada vez que quiere hablar, se tropieza sobre sus propias palabras y no puede terminar de pronunciar.

Pero eso no es todo lo que tiene está muchacha de 15 años, si pudieses verla, te quedarías asombrado por su increíble belleza, con el sol reverberando en sus pupilas, y un destello divino viniendo de su figura.

Vaya donde vaya, siempre tuvo un buen recibimiento, los halagos se le caian de las manos. Le decían diosa y se aseguraban de su bienestar. Sin embargo, había un problema.

Shouko no quería nada de esto, lo que siempre quiso es tener amigos y alguien con quién sincerarse. Pero nunca lo pudo decir, saben las razones.

Hizo muchas cosas a lo largo de su vida, aprendió a tocar piano, aprendió a hablar inglés (aunque no lo haga), aprendió a nadar,  tomo cursos de caligrafía, entre otros. Todo para poder encajar, no obstante, no lo hizo.

A pesar de ser una "deidad", prefiere no recordar la secundaria, pues no tuvo amigos. El hecho de que no hable no significa que ella no quiera hablar, pero nadie se dio cuenta. Ella no era ingenua, sabía porque atraía a todo el mundo. Lo que no sabía era porque nadie se tomaba el tiempo de ser su amiga. Con el tiempo, empezó a odiar el hecho de comer sola. Le daba una sensación de impotencia en el pecho que la atormentaba, y esto sucedía todos los días de la semana.

Komi es una alumna excepcional, con notas muy destacables y una conducta impune. Unas habilidades motrices de otro mundo y genuinamente amable (si le dan la chance).

Va a entrar a la preparatoria de Itan, no tuvo que decir una sola palabra en la entrevista, le bastó con solo entrar a la sala.

En lo profundo de su corazón, desea hacer buenos amigos, porque ya tiene buena familia.

Comenzando por su madre, Shuuko Komi. Una mujer hermosa, extrovertida, y dice ser "de 17 años para siempre".

Su padre, Masayoshi Komi, un hombre serio y de pocas palabras. Sufre el mismo transtorno que su hija, pero entre ellos se entienden solo con miradas.

Su hermano, Shousuke Komi, un chico callado. No comparte transtorno con su hermana y padre, pero no habla de todos modos, no necesita palabras.

Todos ellos se preocupan por ella y hacen lo posible por mantenerla feliz pero, en rigor de verdad, no lograron conseguirle amigos, que es lo que más necesita.

Ahora está de camino hacia su nueva institución. Camina con una gracia digna de una modelo y con una paz digna de una persona que medita. Sin embargo está incómoda porque siente varias miradas en ella. Esas miradas son de gente anonadada y de admiración; pero bien sabemos del problema de Shouko, que esta mal interpretando las cosas nuevamente. La ahora asustada estudiante se acerca más y más y ahora las miradas no son solo de la gente, sino que también de los estudiantes que se encuentran en el patio. Algunos hasta le toman fotos. Escapó de manera apresurada.

Una vez dentro, se dirigió hacía los casilleros, para cambiar sus zapatos. Todo seguía su curso natural, hasta que una voz la saco de sus pensamientos.

???: "Hola, buenos días. Tu casillero está junto al mío, debemos pertenecer a la misma clase"— Dijo el joven con una sonrisa.

Lo que Shouko vio una vez se dio vuelta era a un chico de su altura, con una flor gris que resaltaba de su pelo negro. Ella quiso devolver el saludo, pero no pudo. Se había trabado nuevamente.

El muchacho estaba frente a ella y ninguno pronunció palabra, Komi solo pudo escapar.

???:"Así que Shouko Komi, ¿eh?".—Dijo el chico en voz baja.

Próximo capítulo: Clase 1-1

Palabras: 632
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