Adele abrió lentamente sus ojos. Su cerebro no empezó a procesar la situación hasta que estuvo completamente erguida sobre la silla. Adormilada examinó todo a su alrededor, buscando con la vista a Shanks, pero el pirata ya no estaba presente.
Se había quedado dormida sobre un libro la noche anterior, mientras le daba clases al pelirrojo. Posiblemente en algún momento que él estuviera repasando las notas que le había hecho, Adele había reclinado su cabeza sobre la mesa y ahí mismo había perecido.
La protagonista se talló dulcemente los ojos y suspiró. Solo en ese instante se percató que tenía sobre sus hombros la capa de Shanks. Tan cálida. La noche había pasado bastante frío debido a sus cabellos mojados por la tormenta —que no tuvieron el suficiente tiempo para secarse hasta esa mañana—, posiblemente el pelirrojo se había fijado en eso.
Adele apretó la tela entre sus manos y por alguna razón su corazón se agitó ligeramente. Solo de imaginarse a Shanks colocarla sobre sus hombros con una dulce sonrisa se le ponía el rostro rojo y las orejas calientes.
Se puso en pie bruscamente, negando con la cabeza. Descartaba aquel raro sentimientos para comenzar a caminar hacia el exterior.
Le sacó una sonrisa que, al abrir la puerta, toda la tripulación estuviera con su ánimo habitual. A pesar de haber sido el anterior un día difícil, ellos parecían tan felices y energéticos que los recuerdos de la tormenta se desvanecían lentamente.
Adele comenzaba a acostumbrarse a ese ambiente tan alegre.
El simple hecho de poner un pie fuera de la sala de mapas provocó que la atención de casi todos se volcara sobre ella. El primero en acercarse fue Yassop, dispuesto a felicitarla por sus acciones. Seguido de él vino casi toda la tripulación.
De un momento a otro, la castaña se vio rodeada de sonrisas y alabanzas. Algunos bromeaban entre ellos y se peleaban con empujones por ver quién llegaría a lo joven. Otros parecían preocupados por ella. Los de más atrás gritaban con todas sus fuerzas el nombre de la dama.
Un cálido sentimiento envolvió a Adele, en algún momento dejó de escuchar. Todo pasó lentamente para ella, el tiempo no corría. Solo podía ver aquellas sonrisas agradecidas. Elevó las comisuras de sus labios ligeramente, contagiada. Jamás se había sentido tan bien consigo misma.
Servir bien el té no se compraba con salvar una vida.
De repente llegó Edward, implantando orden. Se apoyó en la cara de dos piratas para impulsarse y llegar donde la protagonista. La ocultó en su espalda y se volteó con dirección a toda la tripulación.
—No atosiguen a mi paciente. Necesita descansar —espetó el médico, cruzándose de brazos mientras le dedicaba una mirada amenazante a cada ser a la redonda.
—Pero... —intetó replicar uno.
Edward le lanzó ágilmente una bota en la dirección de la que provenía la voz.
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Travesía °|Akagami Shanks|° ✓
FanfictionSe considera que la edad dorada de la piratería en Europa y América comenzó en 1710. La prosperidad de los bárbaricos piratas solo aumentó en aquella época. El mundo auguraba en silencio el ascenso de tal criminal profesión hacia lo más alto de la s...