𝙏𝙃𝙀 𝙃𝘼𝙍𝙀𝙈 𝙊𝙁 𝙈𝙔 𝙆𝙄𝙉𝙂 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉

𝟬𝟰

— Tiene que tener cuidado, señor — Jaeyoon le comento a Jungwon en voz baja.

— Nos conocemos hace casi un mes y aún no estás cómodo llamándome por mi nombre — Jungwon miró pesaroso a Jaeyoon-. ¿De qué tengo que tener cuidado Jaeyoon?.

— Disculpe... Jungwon. No estoy acostumbrado a llamar a mis superiores por sus nombres — Jaeyoon dijo tímidamente.

— De nuevo, yo no soy mejor que tú. Sólo trabajas para mi... mi... el rey supremo, eso es todo.

—¿Lo dejaremos como un amistoso desacuerdo, entonces? Algunas apariencias deben mantenerse — Jaeyoon hizo una pausa y miró angustiado a Jungwon antes de continuar — Jungwon, debe tener cuidado. Hay rumores volando por la casa. Él harén está descontento con usted.

—¿Piensas que no estoy consciente de ello? — Jungwon preguntó — oh, pero ya he sido advertido.

—¿Jungwon?

— Nadie del harén me habla, Jaeyoon. Solo Riki y fue apenas educado. Encontré los regalos de Jong... del rey destrozados y las cosas que mi madre me envió destruidas. Entonces, por favor, no creas que no estoy consciente que ellos me odian.

—¿Nunca comentó nada. Cómo no me di cuenta? — Jaeyoon preguntó sorprendido.

—¿Qué sentido tiene? Creo que es una actitud infantil. Además, eran cosas superficiales — Jungwon se encogió de hombros.

— Es muy gentil, Jungwon — Jaeyoon negó con la cabeza-. No va a sobrevivir aquí. ¿El rey supremo no debería ser informado?

— No soy de esa clase, Jaeyoon. Solo sé que hay cosas por las que vale la pena luchar y otras que hay que dejar pasar. Molestar al rey con esto... solo empeorará las cosas. Tiene otras cosas por las cuales preocuparse, asuntos más importantes.

— No creo que para él sean menos importantes, Jungwon. El rey se interesa por usted, todos podemos verlo y por eso ellos lo odian.

— Soy una novedad para el rey... Por ahora. Sus sentimientos por mí van a disminuir tal como pasó con los otros hombres en el harén.

— Realmente no ve cómo lo mira, ¿Verdad? Es diferente, Jungwon. Confíe en mí, incluso los demás sirvientes personales lo mencionaron.

— Vamos a darle un par de meses más, Jaeyoon — dijo Jungwon mientras reía con amargura.

—¿En verdad no ve cómo lo trata? — Jaeyoon preguntó estupefacto.

— Yo... Yo...—

No quiero tener esperanzas, pensó Jungwon para sí mismo.

— Sólo tenga cuidado, por favor. Me preocupo por usted. Los hombres también pueden ser rencorosos.

Jungwon se acercó a Jaeyoon y le dio un abrazo — gracias por preocuparte, Jaeyoon. Creo que eres el único aquí a quien le importo.

— Oh, yo no lo creo.

—¿Jungwon, estás aquí? Le dije... — Jongseong entró en la habitación y se detuvo bruscamente al ver a Jungwon abrazando a su sirviente personal.

— ¡Jongseong! — Jungwon soltó al hombre y sonrió ampliamente hacia él-. Creí que vendrías más tarde.

— ¡Sal! — Jongseong le ordenó a Jaeyoon, ignorando a Jungwon.

— Si majestad. Volveré más tarde Jung... mi señor — Jaeyoon se contuvo antes de decir el nombre completo de Jungwon, pero el desliz no pasó inadvertido ante rey. Jaeyoon abandonó la habitación a toda prisa.

—¿Jongseong? — Jungwon preguntó cautelosamente, consciente de la repentina tensión en el cuarto e inseguro de la causa.

Jongseong lo miró sin decir una palabra. De pronto tomó su barbilla y forzó sus labios contra los suyos. No había gentileza en aquel beso. La lengua del pelinegro rozó con dureza el techo de la boca de Jungwon y una pequeña parte suya se reveló al beso. Pero cuando probó el sabor metálico de la sangre, su sangre, finalmente lo rechazó.