— No lo hagas...— Lágrimas caían de sus dorados ojos, su voz salía rasposa y todo su cuerpo temblaba— Te lo suplico Dolphi, por favor...no tú.
Y la chica delfín sollozaba, miraba con ojos apagados a la de pelo blanco, Memoca, la única amiga que le quedaba a estas alturas. Reaccionó y soltó el cuchillo, el cual al caer causó un ruido sordo. ¿Por qué iba a hacer aquello?, Se dio cuenta cuan débil era sin alguien a su lado. Y corrió a abrazar a la chica ave, aún con su llanto. Y Memoca correspondió, fue un abrazo fuerte, lleno de sufrimiento por parte de las dos.
— Lo lamento Memoca...— La nombrada posó su frente en Dolphi, sonrió. Una sonrisa amarga y feliz a la vez, amarga por todo no pasado hasta ahora, y feliz por que Dolphi no haya cometido suicidio—. Pensé que tu..., que tu también te habías marchado. Que también me habías dejado.
Acarició las mejillas de la delfín con sus manos en un intento de tranquilizarla, cosa que poco a poco iba funcionando.
— Yo nunca te dejaría— La de bufanda se le quedó mirando, buscando si había algún rastro de mentira en su cansada mirada. Nada, pura verdad decía—. Así que por favor, no me dejes.
— No lo haré.
— Haz una promesa, promete que no lo harás— Levantó el dedo meñique. Dolphi dudó por dentro, pero por fuera apretó aquel meñique con el suyo.
— Lo prometo.
Luego de eso la noche yacía en aquel lugar. Memoca mandó a su amiga a dormir, quiso resistirse pues la ave tendría que limpiar el desastre sola. Pero no duró mucho ya que la de pelo blanco ganó aquel "juego de resistencia".
La delfín cayó dormida a penas puso su cabeza en la almohada, agotada por todo lo sucedido. Mientras, Memoca ordenaba lo que se encontraba fuera de su lugar. Cuando terminó, fue a su habitación la cual compartía con su amiga delfín. Se aseguró de que estuviera bien, pero por más que intentará dormir no podía. Causando que durmiera pocas horas.
Los días fueron "normales". Memoca trataba de sacarle sonrisas a su única amiga, quien con el paso de los días se encontraba mas triste. Cuando lo lograba su corazón latía rápido, como siempre lo hacía desee hace tiempo cuando se encontraba junto a ella. Y ella, ella sólo sonreía para que su amada amiga sea feliz.
Las dos querían la felicidad de la otra, aún si esta era falsa.
Porque las dos se amaban mutuamente sin que la otra supiera, encerrando ese sentimiento con llave en el fondo de sus corazones. Convirtiendo aquel sentimiento en un pesar más para su vida.
Pesar que acabó con una, y luego con la otra.
Una noche, una maldita noche sucedió.
Una maldita noche en la que Memoca había conseguido dormir de manera profunda después de un año.
Una maldita noche en la que Dolphi escribió una carta y la dejó sobre la mesa, una maldita noche en la que tomó un cuchillo, salió de la casa, del mar, y desapareció.
Y es que al otro día la ave entró en pánico al no encontrar a su amiga en el cuarto. Salió de este tratando de calmarse, pero no lo logró.
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Mogeko/okegom One-shots [Cancelado y desactualizado]
RomanceVolvé a leer el título y sabrás 《Cancelada y desactualizada/mal escrita, la vuelvo a publicar por nostalgia》