Otro suspiro fue echado al aire por parte del demonio, escuchando como la pequeña de dos coletas "jugaba" con sus preciados "juguetes". Y sí, ya sabrás de quien hablo, del demonio de lentes llamado Emalf y la pequeña Poemi.
Volviendo al tema, el de lentes se encontraba pensativo mientras miraba a la pared rojiza, parecía preocupado. Y es que lo estaba, oh, sí que lo estaba. En cinco días se acercaba una fecha importante, "San Valentín". Tiempo atrás no le hubiera importado, pero ahora una demonio lo tenía loco, de cortos cabellos verdes y rosados, este último color también era el de sus ojos en los cuales llevaba unos lentes rojos, al igual que su vestimenta. Su nombre era Yosafire, ella era quien lo tenía preocupado.
"¿ Qué le regalo?" Era la pregunta que rondaba en su mente, aunque, si se ponía a pensar, necesitaba la aprobación de su señor para poder ir a otro mundo. Si se iba a escondidas había una alta posibilidad que el Diablo lo descubriera, y eso sería horrible, muy horrible.
Volvió a suspirar, ¿Es que acaso el mundo estaba en contra suya?
...
El demonio de lentes se encontraba deprimido en su habitación, al fin se había decidido a preguntarle a su señor, se había armado de valor...Para recibir un rotundo no como respuesta. Se había puesto a insistir, tanto que su señor, el Diablo Ivlis se cansó y golpeó su mejilla. De ahí, entendió que por más que hiciera no lo dejaría ir. Y por eso estaba en su habitación de esa forma.
« Joder hombre, mi mejilla se puso peor», Pensó, tocando su mejilla que ahora se encontraba un poco morada e hinchada. Pero estaba demasiado deprimido como para salir por eso nada más.
El demonio estaba a punto de quedarse dormido, pero se sobre-salto por un grito proveniente de alguien que conocía bien, Poemi.
Se levantó con intención de ver que pasaba, si no fuera porque un demonio de rubia cabellera abrió de repente la puerta y la cerró de la misma manera, apoyando el oído en esta.
—¡¿Qué demo— Para que no lo escuchara y por consiguiente lo encuentre a él, se abalanzó hacia él quedando encima suyo en el piso, con una mano tapando la boca del de lentes. Que por cierto, al tener al rubio tan cerca un sonrojo se apoderó de su cara.
Unos pasos se escucharon cerca, para que luego desaparecieran junto al eco que hacían. El rubio suspiró aliviado y quitó la mano de la boca de Emalf.
—Fiuh, quiero a mi hermanita pero a veces es demasiado molesta... — El de lentes carraspeó un poco para que el rubio se diera cuenta en la posición en la que estaban, este se le quedó mirando confundido hasta que comprendió. Y cuando lo hizo se disculpó y lo ayudó a levantarse.
Luego de unos segundos, la felicidad inundó el lugar.
—¡Bro!- Dijeron al unísono mientras se abrazaban, después de tanto tiempo se volvieron a encontrar.
— Hey, ¿ Que le pasó a tu mejilla?
El demonio de lentes se quedó pensando por un momento, lo mejor sería contar todo desde un principio. Y así lo hizo, pero primero se sentaron en la cama para charlar cómodos.
...
Habrá pasado un hora entre todo lo que le contó. Pero, lo que le parecía extraño a Emalf, era que su amigo se había puesto un poco extraño desde que le contó lo de Yosafire. Se dispuso a romper el incómodo silencio que se había formado en la habitación.
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Mogeko/okegom One-shots [Cancelado y desactualizado]
RomansVolvé a leer el título y sabrás 《Cancelada y desactualizada/mal escrita, la vuelvo a publicar por nostalgia》