~ ✉🦉 CARTAS AL ENEMIGO 🦉✉ ~

III 🥀

Mientras Voldemort escribía una respuesta, Harriet se pregunta que podían ser los demás horrocrux.

Había recuperado el recuerdo de Slughorn y había conseguido que el hombre le hablara sobre que eran esas cosas... todos gracias a la pequeña poción que se ganó a principio de año... suerte líquida... resultó que eran partes del alma de Voldemort, si ponía sus manos en ellos antes que Dumbledore... tenía que. Los conservaría y si lograba su cometido se los devolvería, de lo contrario tendría que destruirlos...

Así que pensó que dos de ellos ya estaban destruidos, el diario y el anillo, luego el relicario estaba en su baul... si seguía las pistas se podía entender que estaba usando objetos de los fundadores como había dicho el director...

Había estado buscando información sobre estos y descubrió que además de la espada de Gryffindor y el relicario de Slytherin, estaba la copa de Hufflepuff que se mostró brevemente y la diadema perdida de Ravenclaw.

Pensando en la diadema... Harriet estaba segura que la había visto en algún lugar pero... ¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde?

¡¡La sala de los menesteres!!

Harriet corrió al séptimo piso y pidió la habitación de las cosas perdidas, así es como comenzó una intensa búsqueda de dicho objeto...

Se iba a dar por vencida para ese día cuando la vio sobre el busto de un mago bastante feo... Harriet acercó su mano pero recordó lo que le había pasado a Dumbledore, demasiado tarde, se sentía mareada, como si no estuviera aquí ni allá.

Lo único que se le ocurrió fue tratar de explicar sus intenciones al horrocrux. —Tom... no, no, Lord Voldemort, no estoy tratando de destruirte, quiero sacarte de aquí y protegerte, Dumbledore esta en busca de los demás, si pude encontrarte, entonces también lo hará. ¡para porfavor! ¡Quiero protegerte!

Y todo terminó de golpe, solo estaban Harriet y la diadema una vez más. Tomó con cuidado el Horrocrux y subió a su habitación para guardarlo con el relicario.

Allí fue cuando llegó una nueva carta y comenzó a responder:

Lord Voldemort,

No me sorprende que considerarán Ravenclaw para ti, eres un genio mágico después de todo.

Yo también viví con muggles, del tipo que odian la magia más de lo que los sangre pura odian a los nacidos de muggles.
Nunca se lo dije a nadie, pero siento que tu podrás entenderlo, hasta que tuve cinco años y comencé la escuela pensé que mi nombre era 'fenomeno'

¡Que patética!

Los odio no solo porque esa gente me trato fatal sino porque cada vecino, cada profesor y cada autoridad no hizo nada por una niña que obviamente tenía todas las señales de ser abusada.

¿Sabes como es dormir durante diez años dentro de un armario? ¿Cómo es ver que tiren la comida pero no hay nada para ti? ¿Y como es ser un elfo domestico sin siquiera saber que existen?

Un día, les devolveré su amabilidad, como tu.

Y sin embargo, no estoy a favor de la matanza de nacidos de muggles. Yo misma soy mestiza. ¿Sabes lo que creo?