capítulo dos.

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▕ Capítulo dos: ¿Horae?

爱 ━ Narrado por Kim Taehyung


Honey honey, how you thrill me, ¡A-ha! honey honey

Honey honey, nearly kill me, ¡A-ha! honey honey

─Gi-Gira aquí...

I'd heard about you before

─Taehyung, gira aquí...

I wanted to know some more

─D-Dije que giraras aquí, Taehyung. Te vas a p-pasar.

And now I know what they mean

─.. you're a love machi~ne. ─la nota alta se desliza de mi garganta con alegría mientras muevo la cabeza al ritmo de la canción que retumba en el auto. ─¡Oh, you make me dizz- !

─¡Te pasaste! ¡Idiota!

El grito de Jimin me perturba la paz del momento, doy un salto sobre el asiento y por unos segundos pierdo el control del auto al soltar el volante. Ambos gritamos cuando el vehículo serpentea en la carretera, hasta que logro volver a tener el control.

─Lapuwale*. ─Lo insulto mediante un gruñido, acomodándome en el asiento forrado de cuero rosa, tenso.

¡Casi nos matamos! He conducido por al menos una hora, no quiero vivir mis últimos momentos así.

─Lapuaali tú. ─me regresa el insulto con su intento de hawaiano. Ahogo una risa, él lo nota y alarga la mano desde el asiento de atrás donde está recostado para pellizcarme la costilla.

Me remuevo en mi lugar y de nuevo hago serpentear el auto. ¡Demonios! Le bajo el volumen a la radio justo cuando "Honey Honey" de ABBA finaliza, y otra canción del mismo grupo comienza.

No ahora, bebés. Son mi grupo favorito, pero estoy furioso.

─¡Jimin, el conductor es intocable! ¿¡Quieres que nos matemos aquí, en medio de la nada!? ¿¡Cuánto crees que demora la policía y la estúpida ambulancia en encontrarnos aquí!?

─¡N-No me grites!

Y, como lo ha hecho al menos cuatro veces en este rato, se echa a llorar. Por el espejo retrovisor le veo recostarse en el desastre de mantas y abrigos que puse para él en los asientos de atrás, mi bolso de ropa como almohada.

Suspiro, conteniéndome. Dedos hundiéndose en el volante.

─¡Si no quieres que te grite, entonces usa el maldito dilatador bronquial, toma tus pastillas y concéntrate en respirar! ¡Pon de tu parte! Luego me lloriqueas, que estando muerto veo difícil que lo hagas.

Sé que está sensible, no ha logrado calmarse del todo desde su crisis en el estacionamiento. ¡Pero esta situación ya comienza a ser estresante para mí también!

Lloró hiperventilándose que lo llevara con un tal Horae. Aunque traté de calmarlo para que me explicara qué diablos era un Yorae y dónde podía comprar uno, sólo conseguí más lágrimas y que su piel consiguiera un nuevo tono de blanco harinoso. Cuando me rendí, nos subimos a mi auto, a mi querido Mustang GT500 color rosa chicle -que no llama para nada la atención- y sólo empecé a conducir por las calles de Seoul con su voz baja, rota y llorosa dándome indicaciones.

Al principio, estaba decidido a llevarlo a donde sea, pero cuando salimos de Seoul y tomamos un camino de tierra demasiado sospechoso, temí por mi seguridad. Le pregunté unas seis a veces a dónde demonios íbamos y sólo respondió con balbuceos nerviosos y más llanto, así que no me quedó de otra que seguir conduciendo.

lay all your love on me ¡ kooktae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora