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—No soy una niña —dijo seria. Su madre nunca la había visto tan decidida y confiada. Fuera lo que fuera que Heejin provocaba en Hyunjin estaba teniendo resultados nunca antes vistos.

—Está bien. Puedes ir sola. Sólo ten mucho cuidado —dijo su madre preocupada. Ella asintió. Debía confiar en Hyunjin. Pero no podía evitar sentir una gran inseguridad respecto a esto.

Luego del almuerzo Hyunjin tomó su mochila gris y la colocó en su espalda. Estaba frente a la puerta de entrada de la casa. Su madre la miraba expectante, se acercó lentamente y depositó un corto beso en su cabello. Ella dió un largo suspiro y salió finalmente de su casa. Allí estaba ella. Sola. Caminando por las aceras de Londres. Estaba nerviosa, no había que ser un genio para notarlo; pero su determinación hacía que caminara rápidamente. Una parte de su mente comenzaba a creer que ya no simplemente quería verla. Necesitaba verla.

Finalmente llegó. El camino de momento parecía interminable y en otros momentos parecía que flotaba en un corto camino al encuentro con la persona más importante para ella.

Entró en el local. Heejin le dedicó una fugaz mirada mientras se encontraba atendiendo a alguien más. Hyunjin la esperó paciente en silencio. Una vez terminada la compra del otro cliente ellas se acercaron.

—Que bueno que llegaste. Hora de almorzar —dijo feliz.

Hyunjin no pudo evitar que se dibujara una sonrisa en su rostro.

Ambas se dirigieron a la habitación trasera. Se sentaron en la mesa llena de papeles que Heejin hacia a un lado para no ensuciar nada mientras devoraba su almuerzo. Comió más rápido que la vez anterior.

—Sabes —dijo una vez que había terminado de limpiar las migajas de pan que habían quedado en la comisura de sus labios, Hyunjin no lograba quitarle los ojos de encima con cada acción que la chica realizaba— He estado pensando algo la última semana. Me agradas. Pero se muy pocas cosas sobre ti. Se me ocurrió que podríamos tratar de saber un poco más de la otra. Si está bien para ti.

—Si —dijo mirando directo a sus pies que se movían nerviosos.

—Hyunjin

La llamó seria, haciendo que la piel de la aludida se erizara. No despegó la vista de sus pies, pero pudo ver cómo la mano de Heejin se acercaba hasta ella, pero por alguna razón no tuvo el reflejo de retirarse bruscamente evitando el contacto. Heejin la tomó del mentón, y lo inclinó hacia arriba, provocando que se miraran fijamente, frente a frente. Hyunjin respiraba muy nerviosa.

—Tienes unos ojos demasiado lindos como para dedicarte a mirar el piso cada vez que hablas. A veces las miradas dicen incluso más que las palabras. ¿Crees que podrías mirarme cuando hablas?

Hyunjin sentía que las peticiones de Heejin eran cada vez más pesadas. Era jodidamente difícil y estresante cumplir lo que ella le pedía. Pero sabía que su intención no era que sonaran como órdenes. Sino como favores. Y sinceramente sentía que su alma se partiría en dos si veía una sola expresión de decepción en su rostro a causa de una respuesta negativa suya.

—Está bien —respondió viéndola directo a sus ojos avellana.

—Gracias, en verdad —sonrió más que resplandeciente— supongo que como yo soy la charlatán comenzaré por contarte cosas sobre mí. ¿Por donde comienzo? Bien. Mi nombre es Jeon Heejin, mis amigos me dicen Heekie, así que puedes llamarme así. Tengo dieciocho años. Trabajo aquí atendiendo al público los sábados de diez de la mañana a seis de la tarde. Soy Libra. Vivo con mis padres. Tengo una hermana mayor. Tenemos un perro de mascota llamado Ramón, duerme todo el día. Mis mejores amigas se llaman Jiwoo y Vivi y muy divertidas, y Kim es castaña casi rubia y es algo tímida pero con muy buen sentido del humor. Las conozco desde pequeña. Fuimos siempre juntas a la escuela. Estoy pensando en ingresar a la universidad el año que viene. Aún no tengo decidido que profesión escoger. Mis pasatiempos son escuchar música, bailar y pasar el tiempo con mis amigas, la mayor parte del tiempo creando coreografías o con los mangas. Mi color favorito es el morado. Mi estación favorita es el otoño. Mi materia favorita es ciencias y la que más odio es matemáticas. Hmmm... Te diría más cosas pero ahorita no recuerdo.

Whole | 2jinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora