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¡Es mi cumpleaños! ¡Felices 23 para mí!

Quería regalarme a mi misma y a ustedes algo que tenía mucho tiempo queriendo escribir: ¡un fic con temática sugar daddy-sugar baby! pero no sabía cómo desarrollarlo. Al final decidí simplemente comenzar a escribir y dejar que la trama se construyera sola lol.

Se suponía que esto debía ser un one-shot, pero se alargó demasiado y no logré terminarlo a tiempo, así que lo dividiré en dos partes. Aunque no sé cuando estará listo el final, puedo prometerles que actualizaré pronto<3

No se menciona en ningún punto de la historia (al menos dentro de lo que he escrito hasta ahora) pero Izuku tiene 22-23 años y Katsuki, 35. ¿La razón? Esa es mi edad y la de mi crush. Sin querer me proyecté en esto ajaj no le digan a nadie.

Si alguien conoce a quién pertenece la imagen de la portada, le agradecería mucho si pudiera decirme. Intenté encontrarlo, pero no lo logré:(

Sin más, ¡espero que les guste esta sencilla historia!

🍭

Izuku observó por la ventana, esforzándose por contener un suspiro al ver como de las nubes grisáceas que habían estado cubriendo el cielo durante todo el día comenzaban a caer enormes gotas de lluvia que empaparon el exterior en un santiamén.

Un potente trueno distrajo al profesor frente a él. El hombre se giró a mirar, sobresaltado, antes de regresar a su lección, pero el pecoso ya no pudo concentrarse en sus palabras.

Arrugó la nariz con disgusto y se forzó a observar al frente, fingiendo que estaba poniendo atención mientras trataba de ignorar el clima, con la esperanza de que cuando volviera a mirar, estuviera soleado.

No era que no le gustara la lluvia, sino que, en diez minutos, cuando su clase terminara y él tuviera que caminar de la facultad hasta su trabajo, tendría que hacerlo bajo el diluvio que estaba cayendo sobre la ciudad.

Había olvidado su paraguas y no podía confiar en que el autobús sería puntual tomando en cuenta el tráfico que se generaría gracias a la tormenta, así que se tomó el tiempo restante para resignarse a trabajar empapado. Tal vez si se daba prisa podría evitar mojarse demasiado.

Salió corriendo apenas el profesor les dio su autorización para retirarse. Su turno empezaba en treinta minutos y usualmente le tomaba veinte llegar hasta el restaurante, por lo que debía darse prisa.

Se colocó la capucha de su sudadera favorita, ignorando que el agua podría arruinar los brillantes colores de la tela y comenzó a avanzar bajo la lluvia, preocupándose poco por su laptop y libros dentro de la mochila que se agitaba contra su espalda. Si llegaba tarde, tendría que preocuparse por mucho más que eso.

Desafortunadamente, la lluvia no había remitido ni un poco. Incluso parecía que se había vuelto peor. Para cuando salió del campus, apenas y podía ver claramente frente a él.

Corrió por las calles mojadas, rebasando personas con paraguas y alcanzando a cruzar algunas avenidas con segundos de ventaja antes de que los semáforos cambiaran.

No se detuvo a revisar su reloj, temiendo que se dañara con el agua, pero sabía que se le estaba haciendo tarde. No podía moverse con la confianza de siempre en medio del aguacero, así que optó por dejar de correr luego de cinco minutos y dos peligrosos resbalones sobre el asfalto.

Finalmente, luego de lo que pareció una eternidad, alcanzó a ver el alto rascacielos que albergaba el restaurante en donde había estado trabajando por dos meses. A Izuku aún le sorprendía haber conseguido un puesto ahí, considerando que era un sitio muy costoso al que acudían solo las personas más adineradas de Japón.

Green Sugar; [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora