Parte 5

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En el regalo de bodas escribiré mi frase favorita deseándoles felicidad y bendiciones para el resto de sus vidas. Yo mismo nunca más necesitaré estas palabras.

La única buena noticia que me llegó fue que uno de mis buenos amigos del lejano norte me visitaría. Durante nuestro tiempo en la universidad, él era el único entre todos nuestros amigos que sabía de nosotros. Dijo que no había vuelto a casa en mucho tiempo, así que quería que le hiciera compañía durante un par de días. Él dijo: "No iremos a su boda".

Cuando se graduó, incluso le escribí una pieza mitad de agradecimiento y mitad ridícula de "No saber lo suficiente". La mitad del periódico trataba sobre el talento y el amor. Todos rieron y charlaron.

Varios estudiantes de posgrado que trabajaban en el área local se enteraron de que había llegado y planeaban reunirse. Estar borracho era una puesta al día.

Rechazó resueltamente la invitación. "¿Quién dijo que vine para una boda?"

Solíamos reírnos de que era más autosuficiente que los monjes ascetas. Cuatro años en la universidad, se iba a dormir a tiempo y se despertaba a tiempo, nunca vio una película, nunca compró bocadillos, nunca se saltó clases. Respetuoso con todos, e incluso cuando estaba de compras, siempre estaba solo. Entonces, cuando estaba en el último año, me pidió que lo acompañara a Ding Wang Tai para buscar libros. Me sorprendió y me halagó.

Dejó salir sus pensamientos y dijo que no había regresado en mucho tiempo, así que me empujó a ser el hombre fuerte. Ninguno de nosotros íbamos a la boda.

En mi corazón, me sentí un poco aliviado. Por un lado, sentía que no debía perderme su boda, pero por otro lado, no quería ser el único que estaba allí sin pensar en bendecir a esta nueva pareja. Poner una sonrisa en mi rostro y decir felicitaciones serían las cosas más crueles para pedirme.

Alguien dijo una vez que cuando tu corazón sufre hasta el grado más insoportable, la herida puede sanar más rápido. Pero no quería arriesgarme. No sabía si sería capaz de soportar ese dolor asfixiante.



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Hace mucho tiempo, escuché una historia sobre una viuda. Cada noche, tiraba un puñado de monedas y buscaba cada una de ellas. Buscó debajo de la cama, en un rincón, detrás del armario. Cuando los encontrara a todos, ya sería casi de mañana. Sabía que hacía esto porque se sentía sola, pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Cuando pienso en esta historia ahora, me siento muy triste.

La persona que soy ahora siente casi lo mismo que esta viuda. No puedo conciliar el sueño;  Solo miro a la nada. No estoy triste, pero no sé qué hacer mientras tanto. No me ha dejado más que soledad. Pensando en tener este tipo de vida durante años y años, empiezo a asustarme. Tengo miedo de no poder aguantar hasta los treinta y cinco.

Cuando estaba en la universidad, había desarrollado este hábito de ser nocturno. Todos mis compañeros de clase decían que yo era un ave nocturna.

He probado pastillas para dormir, pero no me gusta la sensación de despertarme después de tomarlas. Después de la graduación, este hábito se había corregido lentamente, pero recientemente hay signos de repetición.

En estas noches, recuerdo el año cuando todavía éramos estudiantes de primer año, durmiendo en el mismo dormitorio. En esos días, todavía no teníamos muy clara nuestra relación pero estábamos muy entusiasmados.  Una noche, de repente grité su nombre dos veces en mi sueño y me desperté. Cuando lo escuché murmurar suavemente, "¿Sí...?"  Sabía que él estaba allí y me sentía a gusto y seguro al mismo tiempo. Me di la vuelta y me volví a dormir.

Esperare hasta los 35 años / 我等你到三十五岁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora