Capítulo 1. El reencuentro

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Llevábamos meses sin vernos, y cuando la volví a ver corrí a abrazarla, nos dimos un pico como siempre, nosotras nos saludábamos así. Nos decíamos te quiero y te amo a todas horas, éramos las mejores amigas desde que ella tenía tres años y yo seis. No la solté por mucho rato, la quería solo para mi, la había echado mucho de menos.

La veía diferente, solo habían pasado unos meses pero ella ya parecía más mujer, era casi tres años menor que yo, y siempre la vi como mi hermana pequeña.

Y aún lo era, pero no se, no creía que hubiera cambiado tanto en tan poco tiempo, no seguíamos llamando igual; yo a ella Scully porque era bajita y pelirroja y ella a mi Vause por alta y morena. Pero tenía la sensación de que ya no era lo mismo, pero era solo una sensación.

Era agosto, y en cuanto dejé las maletas en su casa fuimos a la playa. Esta estaba tan cerca de su casa que se veía desde la ventana. Fuimos corriendo directamente en bikini y una maleta con ropa para después.

Dejamos la cartera en la arena y fuimos al agua. Estaba fresquita, me encanta, el mar para mi es como mi segunda casa, y el único sitio donde no me importa tener frío.

Mi Scully llevaba un bikini muy ajustado, se me hacía raro, estaba acostumbrada a verla con bañador deportivo. Aunque todo sea dicho, tenía un buen cuerpo para llevarlo puesto, verdaderamente no tenía nada que envidiar. Y además no sólo era delgada, era tan mona midiendo solo un metro cincuenta, yo sin embargo mido uno setenta y seis y tengo la cadera demasiado ancha.

Jugamos un rato en el agua intentando ahogados mutuamente. Tomamos un rato el sol mientras hablábamos de todo este tiempo separadas. Ella me hablaba de sus líos, y aunque ya me los había contado todo por WhatsApp no me importaba escucharla, tiene una voz súper dulce, podría cantar una nana y dejarme dormida al instante.

Comenzó a oscurece y nos fuimos a cenar al tailandés de la esquina. Cuando volvimos a casa ya era totalmente de noche.

Entramos en silencio y nos fuimos al cuarto procurando lo molestar a nadie.

Yo por supuesto no había vuelto solo de vacaciones, volví a celebrar si 16 cumpleaños. Y había que organizarlo todo.

Cogimos dos libretas y rotuladores de colores para las diferentes secciones de la fiesta. Comenzamos a seleccionar el lugar, los invitados... Hasta que se nos hicieron las tres de la madrugada.

El principio yo iba a dormir el la habitación de invitados pero ambas quedamos "cao" en su cama, y así dormimos las dos abrazadas.

Diario de una lesbianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora