Estamos a mitad de semestre. Tengo clase con Eikasia cuatro días a la semana, el único día que no la veo es el miércoles, a parte de los fines de semana claro.
No nos dejan demasiado tiempo entre clase y clase para hablar, pero alguna vez hemos coincidido en la cafetería.
Me ha contado que no es de aquí de Madrid, sino de Valencia, echa de menos la playa y el invierno aquí le parece demasiado frío. Solo lleva aquí tres años y le entristece aún no haber visto el Prado entero.
No me ha hablado de ninguna pareja, así que he dado por hecho que está aquí sola. Tampoco habla de su familia, ni su pasado. Prefiere hablar de series, películas y música.
Le gustan True detective y The Wire. Sus películas favoritas son: Children of men y The Fall: Sueño de Alexandria. Y le gusta el heavy metal. También le gustan los videojuegos como Assassins creed, Kingdom hearts o Mass effect. Y las películas de animación.
Me cuenta que le gustan los animales, sobretodo los gatos. Es vegetariana, no tiene televisión y hasta que se lo expliqué, no sabía qué era Netflix.
Desde el inicio de curso a cambiado un par de veces de móvil y siempre consigue romperles la pantalla.
También la he estado observando en clase. Se ve que las sillas no le gustan, porque siempre se sienta en la mesa o está de pie. Es un terremoto, en clase no para quieta. Y siempre la veo corriendo de un lado para otro por los pasillos sin parar ni un momento, no me extraña que esté tan delgada. Va siempre cargando con un maletín en el que lleva su portátil y Dios sabe qué más porque parece que pesa como si llevara piedras y cuando anda se comba para el lado del bolso, y aún así jamás la he oído quejarse.
Cuando mira la pantalla del ordenador se muerde el labio inferior. Cada dos frases que dice me mira y sonríe, y yo sonrío. A veces me guiña el ojo, y para saludarme siempre me acaricia la espalda o el hombro.
Su voz es dulce y suave, nunca la levanta y todavía no la he vista enfadarse. Pero a veces sí que la noto triste. Alguna vez le he preguntado si está bien y me ha dicho que sí con media sonrisa, pero juraría que me miente para que no me preocupe.
Con el frío se le sonrosan las mejillas y sujeta el café con las dos manos para calentarlas.
Nunca va maquillada, no huele a perfume, pero tiene una fragancia propia, natural, muy agradable, te hace sentir a gusto, en confianza, como en casa.
Su ropa es colorida, algo hippie a veces, alternativa, no se como describirla, se nota que no es ropa de marca, nada de zara o desigual, es ropa auténtica, con personalidad.
No debe de tener más de treinta años, no me he atrevido a preguntárselo. Tiene una cana, a su izquierda. A veces se le notan las ojeras y la cara de cansancio, pero no pierde la sonrisa.
Nunca se deja las uñas largas y a veces tienen restos de pintura rosa oscuro.
Tiene los labios finos y marcados los pómulos, sus ojos verdes me hipnotizan y con sus largas pestañas crea vendavales que me transportan a otra dimensión.
Es cómo un ángel venido del espacio.
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Diario de una lesbiana
RomanceLaura confunde los sentimientos de amor y amistad continuamente, confunde la atracción, el deseo, la pasión, solo tiene una cosa segura, le gustan las mujeres. Primero cree que le gusta su mejor amiga, después su profesora... esto la llevará a situa...