༆𝐃𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐟𝐚𝐬, 𝐮𝐧 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚༆ / (𝐊𝐨𝐤𝐮𝐃𝐨𝐮𝐀𝐤𝐚)

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Akaza despertó primero, dejó a los alfas dormir para acercarse a su bebé, quien estaba despierta haciendo pequeños sonidos y chupando sus manos.

Akaza: Hola pequeña, veo que ya estás despierta. - Decía tomándola y besando su frente -

La bebé empezó a pasar sus manitas por el pecho del demonio haciendo más sonidos.

Akaza: Tienes hambre? - Decía sonriendo un poco para apegarla a su pecho -

Akaza estaba tranquilo alimentando a su hija mientras pensaba en un par de cosas sin importancia, como por ejemplo, qué pasaría si llegaba a morir asesinado por un pilar?

Kokushibo: Buenos días Akaza. - Dijo el demonio pelirrojo saludando al omega -

Akaza: Buenos días Kokushibo... - Dijo mientras seguía metido en sus pensamientos -

Douma: Akaza-dono me dejas pegarme a tu pecho? -Decía sonriente acercándose a él -

Akaza: Adelante. - Dijo acomodándose para que el demonio de ojos arcoiris se apegara a su pecho también -

La bebé empezó a llorar, por lo que Kokushibo apartó a Douma tirandolo del cabello.

Kokushibo: Te dije que a Okibo no le gusta compartir su leche, dejala - Decía sosteniendo al alfa por el cabello -

Douma: Ay! - Decía con cara triste -

Akaza solo reía viendo a Kokushibo regañar a Douma.

Douma: Kokushibo-dono es malo conmigo - Decía fingiendo tristeza -

Akaza: Ya, está bien malditos idiotas, dejen de pelear. - Decía serio mirándolos a ambos -

Kokushibo: Cómo nos llamaste? - Decía volteandolo a ver serio al igual que Douma -

Akaza trago seco al ver como lo miraban los alfas, el pensaba que caminar no era una opción.

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Al caer la noche los dos alfas estaban follandolo de nuevo, su celo aún no se iba.

Akaza: A-anudenme~! - Dijo el peli-rosa moviendo sus caderas con rapidez -

Douma: Quieres más hermanitos para Okibo-chan verdad?~ - Dijo el demonio de ojos arcoiris para darle una nalgada - repitelo de nuevo ~ - Decía moviéndose más rápido al igual que el demonio con seis ojos -

Akaza: A-anudenme, s-si quiero más h-hermanos para O-okibo~! - Decía con dificultad, pues las estocadas tan profundas que le daban los alfas no lo dejaban concentrarse en nada -

Kokushibo: Entonces cuando te preñemos de nuevo recuerda que tú lo pediste~ - Dijo el demonio de seis ojos apretando los pechos del omega -

Akaza: S-si~! - Dijo para correrse al instante seguido de los alfas -

Ambos alfas volvieron a anudarlo, haciendo gemir alto al omega.
Akaza cayó dormido y cansado en el pecho de uno de los alfas.

Los alfas acariciaban el cabello del peli-rosa, pero minutos después su hija empezó a llorar, la niña estaba en su canasta a unos 4 metros de ellos, en una esquina de la habitación en la que estaban.

Kokushibo: Ahora cómo vamos por ella? - Decía pensando -

Douma se estiró lo más que pudo para tratar de alcanzar a su hija, lastima que no podía alcanzarla.

Douma: Tendremos que levantarnos para ir por ella, pero con cuidado o podríamos lastimar a Akaza-dono. - Decía mirando a Kokushibo -

El demonio de seis ojos tomó al omega desde los muslos, mientras se iba levantando cuidadosamente junto a Douma, si daban un mal paso terminarían rompiendo al omega literalmente. Al levantarse Douma caminaba hacia atrás, pues si separaba mucho del omega podría lastimarlo.