Aquél día debía levantarse más temprano de lo usual, la curiosidad casi no lo dejaba dormir ya que, a palabras de un vocero real, estaba invitado -obligado- a ir a una expedición ceremonial junto la familia real (imperial) a las Montañas Flotantes Aleluya. Sabía que era una indirecta muy directa de Khal Maegor sobre que era hora que le sea ligado a alguna bestia escupe fuego. Ya que aquella expedición ceremonial era para que todos los hijos bastardos del Khal domésticaran a sus dragones debido a la sangre Hydra por sus venas.
Le era bastante incómodo estar rodeado de aquellos alienígenas, que según sus damas eran niños rondando los 12 y 17 años humanos pero que le triplicaban en tamaño, era ciertamente humillante que Maegor haga ir a su Khalakka y al joven humano en el mismo grupo, aquellos jóvenes dragones revoloteaban y subían por las lianas o escalaban las empinadas rocas como si nada, mientras el Príncipe Nocturno quedaba atrás ayudado por su prometido, mientras Aerys le animaba a renegar sus insistencias a volver hacía su palacio en Poza de la Doncella, trataba de convencerlo en volver que podrían seguir practicando su Danza o también sus primeras clases de esgrima del Clan Dothraki.
Así terminó casi con el culo en pompa, siendo cargado como un perrito con solo uno de los brazos del Príncipe Dragón, ¡Con un solo brazo!
Al llegar quedó sorprendido, era una gran nidada, un auténtico Nido de Dragones, había de todo tipo de todos los colores y de todos los tamaños, uno a uno los pequeños bastardos se acercaban a la nidada, algunos tomaban aún a dragones pequeños otros a bestias demasiado grandes, cada que algún niño salía a lomos de alguna bestia el Khal sonreía a la par que sus concubinas aplaudían felices de ver a sus hijos montar a las legendarias bestias voladoras, sin embargo, sTaXx se asustaba con cada aleteo o llamarada salida de esas poderosas fauces que retumbaba en pozo dragón, la mayor nidada que alguna vez se vio en Westeros. Escondido tras Aerys mirando a Caraxes descansar en una de las torres, deseando que su prometido lo tomará y vuelvan a su palacio.
