Luego del escandaloso primer encuentro, sTaXx abrió sus verdosos ojos con cansancio, removiéndose entre aquellas suaves y elegantes telas de color violeta y azules. Gimoteo bajito y en un lloriqueo ya que, para su mala suerte, no había sido un mal sueño;
Estaba secuestrado, en otro planeta. Y su supuesto “Padre” lo había vendido como un simple objeto, era un príncipe de un reino que desconocía. Su cabeza explotaba con solo pensarlo un poco…
⸻ ❝¡Muy buenos días, alteza!❞ ⸻
Levanto su cabeza de las almohadas ni bien sintió su mismo idioma salir de los labios de aquella mujer literalmente rosada, ella había estado ayer cuando llego con aquel ridículamente gigante alíen y su desgraciado padre. Pero ella le miraba con una sonrisa amable, unas lindas pecas en sus mejillas junto una cuenca de agua en sus manos con un par de telas colgando por su brazo con la misma amabilidad pidió que se levantara, allí descubrió algo más;
⸻ ❝¡¿Y mi armadura?!
Su armadura habitual estaba a saber dónde, su piel oscura como la Madre de los Monstros con los círculos verdosos en sus zonas de articulaciones era visibles, lo único que cubría su desnudez era algo parecido a un taparrabos. La ¿doncella? Frente sus ojos dieron una sonrisa suave, explicando que esta misma estaba en la misma nave donde le secuestraron.
