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Era otro día más, miércoles.

Jungkook salía de su departamento y al salir, se dirigió a su trabajo.

En la puerta vió a Taehyung algo confundido, se acercó a él y le impidió entrar.

-¿Por que ayer no viniste?

-Pues, solo trabajo cuatro días a la semana...

-¿Cuáles?

-Lunes, miércoles, viernes y sábado.

-Gracias, me lo apuntaré, lindo.

Jungkook entró a la cafetería seguido de Taehyung.

-Ya sé que vas a pedir, creo que no hace falta que lo digas.

-Exacto, ya lo sabes.

Jungkook le dió su café y Taehyung se sentó para observar al lindo chico.

Después de beber su café, salió de aquel local.

Salió para dirigirse a su trabajo, claro que no haría mucho, solo iba porque tenía algunas reuniones, pero lo que más quería ahora era ganarse el corazón de ese chico de alguna u otra manera, en realidad le interesó, y aparte, su cuerpo era tan perfecto, una hermosa cintura a la que quería rodear, unos hermosos labios rosados que daban ganas de besarlos todo el tiempo, y no pueden faltar esos hermosos muslos, que daban ganas de morderlos, tocarlos... Y como no, su gran trasero, con una forma perfecta y redonda, con tan solo mirarlo, quería tocarlo, ese chico era tan perfecto que a veces se replanteaba si acaso era real.

Es una persona literalmente perfecta.

Su secretaria llegó y le dijo que ya tenía que ir a aquella reunión, solo había un problema.

Un pequeño problema.

Por pensar en aquel chico, tenía una gran erección.

-Por favor, diles que iré en unos 5 minutos.

-Está bien, joven Kim.

Empezó a pensar en qué debería hacer en ese mismo instante.

Tan solo era entrar por aquella puerta y que todos le miren, Taehyung juró que ya no tenía nada.

¿Por qué le miraban así?

¿Qué pasaba?

Do you want a coffee? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora