La edad del príncipe( en este caso princesa) es 17-18
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Mis manos agarraron al pequeño patito, mientras el niño, al lado mío, me miraba con atención. El pequeño ser grazno lindamente mientras lo acariciaba.
-¡Pásamelo!- Me exigió el pequeño de negros cabellos.
- Espera un poco querido. Aún está asustado.- Le expliqué suavemente.
- Está bien.- Bufo.
- Bien, ya está tranquilo, toma.- Puse al patito en sus manos.
El animal grazno incómodo, mientras el pelinegro sonreía tiernamente. Se podría decir que soy la criada del príncipe, después de todo solo puedo servirlo por el resto de mí estúpida vida.
- Hey, _____ ¿Me puedes prometer algo?-
- ¿Que cosa su alteza?
- Jamás me dejaras ¿verdad?
-Eso no pasara Snow- Comenté sería.
- Pero... cuando seas mayor te casarás con alguien y me dejaras de lado.- Parecía estar a punto de llorar.
- Eso no pasara, estoy atada a tu lado. Puede que aún no lo entiendas pero, desde que nací mí vida solo le pertenece a la familia real. Es decir a tu padre y a ti.-
- ¿Eso significa que podrás jugar conmigo para siempre?- Su mirada parecía contener miles de estrellas.
- Si Snowwhite-
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El tiempo pasaba y el joven muchacho no hacía más que volverse más y más atractivo, tanto así que su belleza hizo despertar la furia y celos de su padrastro. El monarca furioso, por no ser la persona más bella en el reino, hizo lo esperado, intento deshacerse del ingenuo adolescente.
