soledad

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Jayden

Acababa de colgar una llamada con Madisson, y ciertamente estoy tratando de entenderla, tratando de entender el porqué de sus actitudes.

Era una pequeña que estaba sola y lastimada, rota y desconfiada, había perdido a su padre hacía un mes y trataba de entenderla y entender que no volvería a entregar fácilmente su inocente versión.

Me recosté en mi cama y coloqué una de mis bandas favoritas en el estéreo

"Coldplay"

Mi canción favorita de ellos era "paradise" que hablaba de una pequeña niña que soñaba con un mundo perfecto

Así veía yo a Madisson, una pequeña e indefensa que solo quería vivir en un paraíso, aunque fuera completamente falso.

Me dediqué a disfrutar cada una de las canciones.

Algún día podré cumplir el paraíso de madisson, es una promesa.
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Madisson

Me recosté en mi cama pensando que me había portado como una completa idiota con Jayden.

Agarré mi celular y escribí un mensaje

"Lo siento..."

Me quedé mirando la pantalla de mi teléfono pensando si era lo correcto o no mandar ese mensaje, me había equivocado, sí, pero, ¿por qué tendría que pedirle disculpas?, el no las necesitaba, ¿o si?.

Borré el mensaje y apagué mi teléfono.

Necesitaba descansar.

Así que decidí dormir para olvidarme de todos mis problemas.

Desperté a la mañana siguiente por el ruido de mi teléfono, pero no era una alarma, era una llamada de mi tío.

"Mamá..."

-¿Hola?- contesté rápidamente

-Madi, a tu madre ya le dieron salida, pero no la volveremos a dejar sola estos días, ¿estas de acuerdo con que se quede en casa de tu abuela unos días?

Ya no quiero seguir sola, pero es lo mejor para mamá.

-Claro, sí, no veo el problema

-¿Estarás bien sola?

-si, si, estaré bien.

-De igual manera te estaré llamando y al pendiente, ¿de acuerdo nena?

-sí.

-bien, adiós linda, ve temprano a la escuela

-Vale, adiós- me despedí y colgué el teléfono.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño, me tomé una ducha rápida y salí, decidí ponerme hoy un abrigo de papá, uno deportivo, cubriría mis brazos y llevaría una parte de él.

Rebicé la hora y noté que estaba justo a tiempo para salir.

El camino a la escuela fue como de costumbre, recordé que ayer al estar con Jayden mi camino había sido un poco menos desastroso.

Con él todo se sentía mejor.

Llegué a la escuela y me sentía avergonzada por como había tratado la noche anterior al ojiazul, así que me acerqué a él, con millones de dudas sobre lo que iba a decir, pero al mismo tiempo completamente segura.

-Hola, Jayden, ¿tienes un segundo?- interrumpí su conversación con Jack.

-Claro.- me respondió el amable, a pesar de como lo traté, sigue portandose igual de bien.

Mi pequeño gran desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora